Primeras pruebas del Mazda CX-30 eléctrico, que tendrá una batería de apenas 35,5 kWh
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Publicado: 04/09/2019 10:39
A finales de este mismo año, Mazda presentará su primer coche eléctrico de producción. Este vehículo derivará del recién presentado CX-30, un SUV del segmento C de estética deportiva situado por tamaño entre los CX-3 y CX-5. Con 4,40 metros de largo y un maletero de unos 430 litros en su versión de combustión, este modelo se convertirá en uno de los mayores rivales del KIA e-Niro.
Este SUV se ofrecerá con dos variantes: una 100% eléctrica, y otra con un extensor de autonomía de gasolina. Dicho extensor será el nuevo motor rotativo Skyactiv-R, el cual solo actuará como generador para cargar las baterías cuando sea necesario. La principal ventaja del Skyactiv-R será su pequeño tamaño (apenas ocupará el espacio de dos cajas de zapatos), lo que unido a las también reducidas dimensiones del motor eléctrico permitirá que ambos propulsores quepan sin problemas en el vano motor.
Ahora, algunos medios internacionales han podido ponerse a los mandos de los prototipos de desarrollo de Mazda, lo que nos permite conocer un poco más de cerca el nuevo modelo antes de su presentación oficial dentro de unos meses. Denominados como «e-TPV», estos prototipos utilizan la carrocería del CX-30 de forma íntegra, si bien todavía no se sabe si el modelo definitivo introducirá algunos cambios estéticos respecto al térmico.
La primera sorpresa llega de la mano de la batería, que según Mazda será de apenas 35,5 kWh de capacidad, lo que le dará una autonomía de «entre 190 km y 240 km». La marca afirma que este rango será más que suficiente para el 95% de sus clientes, si bien para aquellos que quieran una autonomía superior se ofrecerá el extensor de autonomía Skyactiv-R, que doblará el alcance.
El motor eléctrico tendrá 140 cv y 265 Nm de par, siendo el vehículo tracción delantera. El cargador a bordo será de 6,6 kW, si bien el coche también dispondrá de carga rápida en corriente continua a 50 kW de potencia (formato CCS Combo 2). Los periodistas que pudieron probar los prototipos notaron que el coche carecía del empuje de otros modelos eléctricos, si bien la entrega de potencia les resultó muy suave.
Curiosamente, Mazda ha decidido dotar a su modelo de un sistema de sonido artificial para el interior, el cual suena como un motor térmico tradicional. Este sonido tiene como objetivo que los conductores sepan «de oído» la velocidad y la aceleración del automóvil. Esto impide a los pasajeros del vehículo disfrutar del funcionamiento silencioso típico de un coche eléctrico.
Los prototipos probados por la prensa tenían la frenada regenerativa mínima; sin embargo, Mazda está considerando añadir levas tras el volante para regular su intensidad, así como añadir un modo de «conducción de un pedal». Aparentemente, la calidad de rodadura del vehículo es buena, si bien se inclina un poco de más en las curvas. Los ingenieros de Mazda están tratando de crear un vehículo divertido de conducir; por ello, su peso es relativamente reducido frente a otros coches eléctricos (unos 1.600 kg), producto de emplear una batería de pequeñas dimensiones.
Fuente | Auto Express
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