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Recargar un coche eléctrico en España ha sido más limpio que nunca en 2019 gracias al fuerte avance de las energías renovables y el derrumbe del carbón

Uno de los principales argumentos de los escépticos con el coche eléctricos, es que la electricidad con la que se recargan sus baterías procede de fuentes contaminantes. Pero la realidad muestra que en España cargar el coche es cada vez más limpio gracias al ascenso de las renovables y la fuerte caída que está sufriendo el carbón que va camino de su total desaparición.

Según los datos de Red Eléctrica de España (REE) en 2019 la instalación de fuentes renovables ha aumentado un 10% gracias a la introducción de otros 5.000 MW, llegando a un total del parque generador de energía eléctrica en nuestro país del 49.3% con capacidad de 108.000 MW.

Además las condiciones climatológicas han permitido que esta potencia instalada se haya transformado en una cuota de producción de las renovables en el acumulado del año del 36,8% de la electricidad generada en nuestro país. Una cifra que crece hasta el 58,6% de producción sin emisiones libres si añadimos la nuclear.

La solar fotovoltaica, que cierra 2019 con más de 7.800 MW de potencia instalada, ha sido este año la tecnología que más ha incrementado su presencia en el parque de generación español, con un aumento del 66% respecto a 2018.

Por su parte, la eólica, que ha sumado más de 1.600 nuevos MW a su parque generador, finalizará el año por encima de los 25.200 MW instalados en nuestro país. Este 2019 ha significado también el estreno español en potencia eólica marina, con la entrada en servicio del primer aerogenerador offshore de España, en la isla de Gran Canaria, con una potencia de generación de 5 MW que se contabilizan dentro de la eólica.

La descarbonización en nuestro país también ha avanzado no sólo por la instalación de nueva potencia renovable sino también por la caída del carbón con movimientos como el cierre de la central de Anllares, en León, con la que se restan 347 MW de potencia instalada de generación contaminante. Un cierre al que seguirán los de las plantas de carbón de Endesa en As Pontes y Litoral, que dejará en sólo tres las centrales de este tipo restantes en la península.

Un carbón que además ha vivido un día histórico el pasado 14 de diciembre, que ha sido el primero sin producción de las térmicas en España desde que estas se pusieron en marcha. Con respecto a 2018, la producción de esta fuente en la península ha descendido un 68,2%. En el conjunto nacional el descenso en 2019 ha sido del 64,8% quedando con una cuota de apenas el 5% frente al 14.3% del pasado año.

Señales que nos indican que estamos logrando una red eléctrica más limpia. Una tendencia que debería acentuarse en los próximos años gracias a la entrada en vigor de normativas como el «balance neto» en la fotovoltaica, que permitirá sacar mayor partido a estas instalaciones gracias a la compra por parte de las eléctricas de los sobrantes. Algo que también supondrá a los propietarios de coches eléctricos y este tipo de instalaciones el poder rentabilizar antes sus inversiones.

Fuente | REE

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