La división de Componentes del Grupo Volkswagen ha realizado las primeras instalaciones de sus también primeras estaciones flexibles de carga rápida para coches eléctricos. Unas estaciones que se enmarcan en un proyecto piloto que ha arrancado en la ciudad de Wolfsburgo donde ya se han puesto en marcha los primeros puntos.
En total han sido 12 puntos los que se han instalado hasta el momento, de los cuales 9 están conectados de forma permanente, mientras que las otras 3 podrán ser transportadas. Algo que permitirá a la ciudad ofrecer una alternativa de carga en eventos puntuales, como partidos de fútbol, conciertos y otro tipo de actos.
Cada una de las estaciones contará con toma de carga normal, y otra de carga rápida que llega a los 100 kW. Según explica el fabricante, cuando se conecta a la red de bajo voltaje, la estación no permanente se convierte en un punto de carga, pero sin las complicaciones de instalación de una estación fija. Cuenta con una batería que permite reducir la potencia contratada necesaria para su funcionamiento y amortiguar el impacto de la carga, e incluso permite realizar instalaciones aisladas de la red asociadas con sistemas renovables.
Esta flexibilidad permite también el recargar la batería en las horas donde exista mayor producción de energía renovable, elevando de esa forma la sostenibilidad de un sistema de carga que durante 20 meses ofrecerá sus servicios de forma gratuita mientras se realiza el proceso de estudio de investigación de esta interesante alternativa.
Una muestra más de las posibilidades de diversificación que ofrece el coche eléctrico, que permite a las marcas explorar nichos de mercado mucho más allá de la simple venta o mantenimiento de coches, y donde los servicios de carga sin duda se convertirán en una interesante alternativa de ingresos en pocos años.
Nos falta por conocer la capacidad de la batería, su potencia máxima de salida, y también la situación de la misma, ya que como vemos en las fotos el punto no es precisamente de un tamaño elevado como para poder acoger demasiados kWh. Unas baterías que podría proceder de los coches eléctricos de la propia Volkswagen que van llegando al final de su vida útil, pero que todavía mantienen capacidad para seguir ofreciendo sus servicios en otras aplicaciones.
Fuente | Volkswagen
