El Grupo BMW tiene un ambicioso plan de lanzamientos eléctricos para los próximos años: de acuerdo con el cronograma del fabricante alemán, para el año 2023 contará con un total de doce vehículos de este tipo, vendidos tanto bajo su marca como bajo la británica MINI. Sin embargo, por el momento no hay detalles de los planes de electrificación de la tercera firma del grupo, Rolls-Royce.
De acuerdo con el director ejecutivo de la marca de lujo, Torsten Müller-Ötvös, Rolls-Royce ya se encuentra trabajando en su primer coche eléctrico, el cual no derivará de ninguno de sus modelos térmicos (Ghost, Wraith, Dawn, Phantom), sino que será un vehículo dedicado (aunque podría utilizar la plataforma de sus hermanos de combustión).
Además, el directivo confirmó que la compañía no tiene interés en el desarrollo de híbridos enchufables: su transición a la movilidad eléctrica no será gradual, comenzando directamente con un modelo 100% eléctrico. Aunque la marca afirma que por el momento sus clientes no demandan automóviles de este tipo, las restricciones a la circulación que están apareciendo en las principales ciudades del mundo probablemente cambien esta situación a corto plazo.
Curiosamente, de acuerdo con los informes de la empresa, los coches eléctricos tampoco se adaptan bien al estilo de vida de sus clientes, pues el fabricante cree que sacar un cable de carga y conectar el coche a la red no encaja con la «experiencia Rolls-Royce». Esto podría significar que los Rolls-Royce eléctricos contarán con carga por inducción, una tecnología en la que BMW lleva un tiempo trabajando.
Torsten Müller-Ötvös afirma que el primer modelo eléctrico de la marca llegará «a lo largo de esta década», una fecha a todas luces inespecífica. Sin embargo, si tuviéramos que apostar, pondríamos la fecha alrededor del año 2026, momento en el que probablemente BMW ya tenga listas sus baterías de electrolito sólido desarrolladas con Solid Power.
Relacionadas | BMW afirma que ganará la carrera de las baterías de electrolito sólido
