BMW prepara las versiones eléctricas del Serie 5 y el Serie 7, con batería de hasta 120 kWh y 600 km de autonomía
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Publicado: 20/02/2020 10:35
BMW prepara la expansión de su programa de coches eléctricos, que hasta ahora ha estado representado sólo por el i3. Pero esto cambiará ya este mismo año con la llegada del SUV iX3, y sobre todo a partir del próximo año con el desembarco del i4. Pero los alemanes ya trabajan en los siguientes pasos que según la prensa alemana supondrá el lanzar otros dos modelos 100% eléctricos.
El primero el llegar será la versión eléctrica del Serie 7. Una versión que hará su debut en el mercado a principios de 2022 y que supondrá añadir más competencia a un segmento de berlinas representativas donde encontraremos además del Tesla Model S, también al buque insignia de Mercedes, el EQS.
Más tarde BMW ampliará de nuevo la familia con la llegada del Serie 5 eléctrico. En ambos casos BMW mantendrá su estrategia de compartir plataformas y ofrecerá estos modelos también con versiones híbridas, diesel y gasolina.
Según el diario alemán Handelsblatt, la versión tope de gama del Serie 7 tendrá una variante exclusivamente eléctrica, que se convertirá en el modelo más representativo de la marca de Munich.
Un modelo que no hará prisioneros en el aspecto mecánico, con una configuración de tres motores y nada menos que 530 kW (723 CV) de potencia, que le permitirán convertirse en una de las berlinas más potentes del mercado, y capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos. Un tren motriz que está siendo probado en la actualidad en un Serie 5, lo que nos indica que esta también podría recibir una variante del mismo.
Se espera que en el aspecto de la batería a diferencia del i4, que contará con un pack de acceso de 80 kWh, el Serie 7 eléctrico apueste por la batería de mayor capacidad, con unos 120 kWh, suficiente para proporcionarle una autonomía similar a su equivalente gasolina.
Una estrategia que el nuevo director ejecutivo de BMW, Oliver Zipse, espera les sirva para mantener el ritmo de sus rivales dentro del sector del coche eléctrico, especialmente de Tesla, a la que menciona aparte y de la que indica tendrán que diferenciarse para lograr hacerse con una parte del mercado que ahora se están llevando los americanos.
Algo que admite tendrá sus retos, ya que a diferencia de los de Elon Musk, BMW debe todavía compaginar su nueva oferta de eléctricos con un 90% de la gama que monta motores de combustión. Algo que les obligará a optar por un sistema de producción flexible que permita sacar de una misma línea modelos diésel, gasolina o eléctricos.
Un factor que obligará a BMW a realizar a una fuerte inversión en un momento de caída de beneficios, y que ha supuesto que en 2018 el margen de la división de automoción se haya situado en el 7.2%, mientras que en el tercer trimestre de 2019 ha descendido hasta el 6.6%. Lejos del objetivo del 8% que esperan lograr una vez los nuevos modelos eléctricos ya estén en el mercado en 2023 o 2024, y que supondrá entre otras cosas recortes de unos 2.000 millones en gastos en los dos próximos años.
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