Oslo contará con el primer carril de carga inalámbrica para taxis, con hasta 350 kW de potencia

El sector del taxi es uno de los más interesantes de cara a su electrificación. Se logra de una sola tacada reducir las emisiones en el centro de las ciudades, y los operadores logran una reducción de los costes energéticos. El principal problema es dar un servicio de carga rápida y efectiva para unos vehículos en constante movimiento dentro de sus paradas. La solución es la carga inalámbrica como la que se pondrá en marcha en Oslo, y que permitirá cargar los coches mientras se mueven.

La idea es mantener el formato de taxi actual, donde una fila de vehículos espera a sus clientes frente a instalaciones como los hoteles. Como el contar con puntos por cable no es muy viable ya que tendrían que estar enchufando y desenchufando de forma constante, los responsables de la compañía norteamericana Momentum Dynamics han propuesto un sistema de carga dinámico que aproveche la baja velocidad para ofrecer una carga ultra rápida y eficiente.

El primer test se pondrá en marcha este año de la mano de la empresa energética Fortum Recharge, y el operador de taxis noruego Cabonline (NorgesTaxi AS). Entre ellos realizarán una prueba piloto que supondrá adaptar una flota de 25 Jaguar i-Pace que contarán con un sistema de carga sin cables.

En el otro lado se instalará un carril frente a la estación central de Oslo, donde los conductores de la flota de taxis podrán esperar a sus clientes mientras cargan sus baterías. Un sistema que utiliza un campo magnético a 85 khz, que se conecta con unos receptores situados en los bajos del vehículo con unas medidas de 600 mm por 600 mm por 30 mm, lo que permite una fácil adaptación en la parte inferior del vehículo y que además permite ser usado en prácticamente cualquier coche eléctrico del mercado.

Según sus desarrolladores, el sistema cuenta con una eficiencia del 94%, lo que sin duda es un elemento clave de cara a su aplicación en sectores industriales.

Cada estación podrán contar con potencias de entre 150 kW, 350 kW, llegando de momento a un máximo teórico de 450 kW, lo que en la práctica permitirá que un coche que situado sobre la misma podrá cargar a 50 kW en un periodo de entre 6 y 8 minutos. Además el conductor del SUV eléctrico podrá tener su batería cargada todo el tiempo, y el climatizador conectado, sin tener que realizar ninguna operación ni tener que bajar del vehículo. Algo importante en las zonas frías como el norte y centro de Europa.

Una tecnología que además quiere ser sencilla y fácil de usar para los conductores y operadores, y que contará con un sistema de facturación que tendrá en cuenta la energía consumida en un determinado periodo, diario, semanal o mensual, para evitar que el cliente se vea con decenas de cargos diarios por las repetidas sesiones que realizan sus vehículos.

Lo mejor de todo es que según la compañía, el coste de instalación no difiere demasiado de un cargador rápido en continua, siendo el precio de una estación media de unos 25.000 euros.

Una tecnología con un enorme potencial que además permite eliminar algunas de las principales amenazas a los puntos de recarga públicos, como es el vandalismo y los efectos de las condiciones meteorológicas. Elementos que serán testados a fondo en esta prueba que de ser satisfactoria sin duda marcará el inicio de la expansión de esta interesante propuesta principalmente para electrificar sectores industriales con vehículos 100% eléctricos.

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Fuente | Momentum Dinamics