La falta de infraestructura lleva a muchos usuarios a prácticas peligrosas para cargar sus coches eléctricos
Algunos usuarios están realizando prácticas poco o nada recomendables para cargar sus coches eléctricos, poniendo en riesgo sus vehículos o a los peatones con cables por salidas de agua o cruzando aceras públicas.
Son muchos los usuarios que quieren dar el salto al coche eléctrico, pero el no contar con una plaza donde instalar un contador privado los desanima. Otros, en cambio, se lían la manta a la cabeza y se buscan la vida para cargar sus vehículos, muchas veces con prácticas peligrosas tanto para sus vehículos, como para los viandantes.
Así lo ha descubierto un periodista en Australia, donde ha podido recopilar una serie de inquietantes fotografías donde se puede ver como los propietarios de diferentes coches eléctricos afrontan la labor de cargar cada día su vehículo. Algunas veces de forma molesta para los peatones, y otras directamente peligrosas.
Estos casos tienen un elemento en común que se repite muy a menudo, y es que estos conductores no son propietarios de su vivienda, viven de alquiler, y no pueden realizar la instalación de un cargador. Otros directamente no tienen una plaza en el interior, y deben dejar el vehículo en la calle.
Y es que en Australia, la red de carga es bastante pobre, más incluso que en Europa, lo que tiene como consecuencias prácticas poco o nada recomendables. Como el caso del propietario de un BYD Atto 3, que decidió que para cargar su coche eléctrico, nada mejor que pasar el cable por el desagüe pluvial. Y ya sabemos que agua y electricidad, a pesar del aislamiento de los cables, no se suelen llevar bien.
Las reacciones no se han hecho esperar, y después de salir el caso en una radio local, los comentarios se han dividido entre los que avisan del peligro potencial de esta práctica, y también los que aprovechan para criticar la ausencia de infraestructura de carga en la vía pública.
En otros casos, los propietarios tiran un cable desde su vivienda hasta el coche, atravesando la acera. Muchos colocan una cobertura en color amarillo para que se vea bien y los viandantes no se tropiecen. Algo igualmente criticable. Peor son los que directamente tiran un alargador, lo conectan al cargador del coche, y lo hacen en la acera sin ninguna cobertura que lo proteja de la lluvia, ni avise a los peatones.
Más ingenioso en este caso ha sido el propietario de un Tesla Model Y de Melbourne, que fabricó un arco con una caña de pescar para pasar el cable del cargador sobre la acera. De esa forma evita que los peatones se tropiecen, aunque el impacto visual es evidente.
Una solución más elegante que la usada por otro propietario de un Tesla, en este caso un Model 3, residente en Sídney, que directamente colgó el cable de su cargador del árbol que hay en la entrada de su vivienda, con un resultado espantoso.
Lo peor de todo, además del peligro para los viandantes, y el impacto visual, es que en la mayor parte de los casos, los usuarios echan mano de alargadores para cargar sus vehículos. Algo muy poco recomendable, salvo emergencia, que puede dar como resultado un accidente de consecuencias imprevisibles.