La producción mundial de baterías de litio se cuadriplica en cinco años por el impulso de los coches eléctricos
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Publicado: 29/06/2020 12:44
La industria de la producción de baterías de litio ha visto como el volumen de negocio se disparaba considerablemente en los últimos cinco años. Una señal de la enorme velocidad que está logrando el sector impulsado principalmente por la demanda procedente del sector del transporte gracias al impulso de la electrificación.
Como podemos ver en el gráfico, la capacidad mundial ha visto como sus cifras saltaban de los 30 GWh en 2010, hasta los 55 GWh en 2015, explotando de forma definitiva este 2020 donde se alcanzarán los 225 GWh de capacidad anual.
Unas cifras que se quedarán cortas a la vista de las muchas iniciativas en marcha que trabajan en levantar grandes fábricas destinadas a atender la demanda de sectores como el coche eléctrico, donde veremos la puesta en marcha o ampliación de fábricas por parte de nuevos fabricantes, así como las iniciativas de los grupos tradicionales en su búsqueda por encontrar una alternativa a la dependencia de los fabricantes de baterías asiáticos.
Por ejemplo, destacamos la iniciativa de la petrolera Total, que mediante su filial Saft y en colaboración con el grupo francés PSA, levantan dos fábricas de baterías con una capacidad de 32 GWh cada una. Algo que conllevará una inversión de entre 5.000 y 6.000 millones de euros, y además supone superar la capacidad mundial de baterías de litio en 2015. Y eso con una sola iniciativa.
Esto tendrá como consecuencia que en los próximos cinco años, podríamos volver a ver como la capacidad mundial volverá a multiplicarse por cuatro o cinco, llevando la cifra anual a unas cifras de unos 900 GWh.
Para hacernos una idea de esta cifra, podemos hacer un cálculo en packs de baterías para vehículos eléctricos si usásemos el total de la producción, lo que supondría que en 2025 contaríamos con capacidad para unos 14 millones de baterías de 64 kWh cada año.
Por supuesto parte de esa capacidad estará destinada a la electrónica de consumo, y dentro del transporte habrá que dividir entre los diferentes sectores, coches, industriales, transporte pesado, transporte público, almacenamiento estacionario…etc.
Pero la cuestión es que podemos ver como la capacidad de producción mundial de baterías acelera de forma imparable, algo que permitirá poner en la carretera un número cada vez mayor de vehículos eléctricos, al mismo tiempo que se dispara la economía de escala que reducirá el coste del kWh. Un factor clave que ayudará a seguir aumentando las inversiones.
Una tendencia que además sirve de ejemplo del potencial industrial de un sector que ha sido dejado en manos de los fabricantes coreanos, chinos y japoneses, pero que debe formar parte de la estrategia energética de una Europa a la cola en producción, pero que quiere avanzar para que la fabricación de un número cada vez más elevado se produzca dentro de sus fronteras.
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