Trevor Milton renuncia a la presidencia de Nikola Motors y abandona la compañía

En las últimas semanas el acoso por parte de inversores y medios sobre Nikola Motors había llegado a un nivel muy elevado, tanto que hace pocas horas que su fundador y presidente, Trevor Milton, ha confirmado su renuncia de forma inmediata a su puesto dentro de la empresa.

Su lugar lo ocupará un perfil con una larga experiencia dentro de la industria del automóvil. Stephen Girsky, ex vicepresidente de General Motors en el que han depositado la confianza de que sus 30 años dentro del fabricante de Detroit le sirva para reconducir la difícil situación actual.

Según Trevor Milton, la decisión se ha realizado para proteger a Nikola y su inversión, y donde continuará como uno de los principales accionistas con un 20% de la compañía.

Ahora la pregunta es si las aguas se calmarán en el entorno de un fabricante que ha sido acusado de no contar con la tecnología propia que había dicho haber desarrollado, y de mentir en cuanto a posibilidades y plazos de inicio de su comercialización.

Una verdadera montaña rusa en la que las acusaciones de falsas promesas se han intercalado con una exitosa salida a bolsa, superando los 20.000 millones de dólares de valoración, a la que ha seguido una fuerte caída que ha superado el 60%, una nueva subida con el acuerdo con General Motors, para luego de nuevo volver a bajar después de la publicación de informe del instituto Hindenburg que parece ha dado la puntilla a un Trevor Milton al que incluso han acusado del fracaso de anteriores proyectos.

Una situación que sólo puede ser solucionada con la presentación de algún producto real, que sobre el papel debería ser el Nikola Badger. Una pickup eléctrica con versión dotada de extensor de autonomía, que será presentada este próximo mes de diciembre y que sobre el papel debería comenzar sus ventas en 2021, mientras que la de sus camiones eléctricos y a hidrógeno tendrán que esperar hasta 2022.

Unos plazos bastante largos que dará como resultado casi con total seguridad, unos meses más de acoso por parte de los inversores en corto, que han fijado su atención en el fabricante norteamericano que ahora tendrá que luchar por su supervivencia de la mano de una nueva dirección.

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