Durante el reciente evento eWays ElectroPop, el Grupo Renault reveló nuevos detalles de su estrategia de electrificación, incluyendo sus acuerdos con los fabricantes de baterías Envision AESC y Verkor, algunas especificaciones técnicas de las nuevas plataformas eléctricas CMF-BEV y CMF-EV, y primicias como la autonomía del próximo Renault 5 E-TECH Electric, que rondará los 400 km WLTP.
La ocasión también fue aprovechada para confirmar que, de cara al año 2030, el 90% de los automóviles que venderá Renault en Europa serán eléctricos puros. Alpine, la firma deportiva del grupo francés, pasará por su parte a tener una alineación completamente eléctrica. Pero, ¿qué ocurrirá con la marca low-cost Dacia, considerada por muchos como la gallina de los huevos de oro de Renault?
Durante la presentación, los responsables de la compañía estimaron que para 2030 los coches eléctricos solo supondrán un 10% de las ventas de Dacia, un objetivo muy pobre que contrasta con la ambición de Renault y Alpine, más si tenemos en cuenta que apenas cinco años más tarde Europa prohibirá la venta de coches térmicos nuevos.
Actualmente Dacia cuenta con un único modelo eléctrico, el Spring. Este urbano de estética SUV se fabrica exclusivamente en China y se ha convertido en uno de los primeros coches eléctricos de bajo coste en llegar al mercado europeo. Aunque sus ventas todavía no han comenzado, las reservas previas revelan que podría convertirse en un vehículo con una demanda muy elevada.
El Dacia Spring ya es un éxito sin haber comenzado a venderse
A su llegada a Renault, Luca de Meo (nuevo director ejecutivo de la compañía) confirmó su intención de lanzar una familia de vehículos eléctricos asequibles encuadrada en el segmento B (utilitarios) bajo la marca Renault. Estos planes cristalizarán en el lanzamiento de sendos remakes de los R5 (2024) y 4L (2025), dos de los clásicos más icónicos de la firma del rombo. Su precio de partida será de unos 20.000 euros antes de ayudas.
Aunque estas tarifas serán verdaderamente competitivas dentro del sector del coche eléctrico, siguen siendo muy elevadas para Dacia; de hecho, el Spring parte de algo más de 16.500 euros (es el modelo con el precio de partida más elevado de la firma rumana), que se quedan en menos de 10.000 euros una vez aplicadas las ayudas del Plan MOVES III. Algunos rumores indican que, aprovechando la bajada en el coste de las baterías, Dacia irá ajustando el precio del Spring a lo largo de los próximos años para adaptarse a la paulatina retirada de las subvenciones.
A pesar de que inicialmente el Grupo Renault vaya a concentrar sus esfuerzos de electrificación en sus marcas más caras, ¿es realista pensar que un fabricante de volumen como Dacia solo venderá un 10% de coches eléctricos en 2030, más si tenemos en cuenta que cinco años más tarde tendrá que multiplicar este porcentaje por diez y eliminar todos los modelos térmicos de su oferta?
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