Las compañías petroquímicas tradicionales están evolucionando, y a lo largo de este siglo van a cambiar de un modelo de negocio basado en energías fósiles al de las renovables. Total, renombrada a TotalEnergies recientemente, está en ese grupo. La empresa está diversificando su actividad y uno de los primeros pasos que está dando es ofrecer a los usuarios de vehículos eléctricos cargas rápidas en sus gasolineras de Francia. El plan para su instalación se había anunciado en 2017.
Antes de que acabe el año se habrán instalado cargadores rápidos (50 a 175 kW) en 60 estaciones de servicio en autopistas francesas. Para finales del año que viene hablaremos de casi el doble, más de 110 estaciones de servicio estarán equipadas con cargadores ultrarrápidos (175 kW). Así, a mediados de 2023 habrá unos 200 puntos de recarga repartidos por la geografía francesa.
Además, se van a instalar también cargadores en las estaciones de servicio urbanas, para así poder ofrecer a la clientela un cargador rápido cada 150 kilómetros. Por extensión, podemos deducir que Total ofrecerá recargas rápidas en todas sus gasolineras con el paso del tiempo, con lo que podrá ir progresivamente adaptándose a la demanda creciente de recargas y, algún día, la demanda decreciente de combustibles fósiles.
De acuerdo a los datos que ofrece la misma compañía, TotalEnergies emitió en 2015 el equivalente a 46 millones de toneladas de CO2. Su objetivo es reducir para 2030 esas emisiones un 40%, hasta 25-30 millones de toneladas, y en 2050 alcanzar el cero. Para eso es imprescindible cambiar la situación actual, en 2019 el 55% de sus ventas correspondieron a derivados del petróleo, el 40% a gas natural, y solo el 5% fue venta de electricidad.
A lo largo de esta década el mix quedará más diversificado, 35% de productos derivados del petróleo fósil y biocombustibles, 50% de gas natural, algo de producción de gas renovable, y un 15% de electricidad. Su capacidad actual de generación renovable (2020) es de 7 GWh, capacidad que se multiplicará por cinco en 2025 (35 GWh), y en 2050 alcanzará los 100 GWh -actualmente Francia tiene 60 GWh de potencia nuclear instalada-. En España instalarán 5 GWh de capacidad de energía solar antes de 2025.
En cuanto a lo que automoción se refiere, en 2020 contaban con 20.000 puntos de recarga a nivel global, pretendiendo llegar a 150.000 en 2025. En el mismo periodo quieren pasar de una producción de combustibles sintéticos de 300.000 a 2 millones de toneladas/año. Matemáticas en mano, es claramente insuficiente para reemplazar la demanda de combustibles fósiles incluso en 2030, cuando van a producir 5 millones de toneladas/año.
¿Y respecto a España? TotalEnergies se ha implantado en nuestro país a través de la compra de EDP Residencial en 2020. La presencia de Total a nivel de gasolineras en España es escasa, tiene una mínima cobertura con la marca AS24 para profesionales del transporte, menos de un centenar de estaciones de servicio. No hay planes anunciados para instalar cargadores eléctricos en esas gasolineras, aunque en algún momento seguramente los haya -la flota de camiones eléctricos en España es casi inexistente-.
Javier Sáenz de Jubera, consejero delegado de TotalEnergies Electricidad y Gas, declaró a Cinco Días en una entrevista: «Las cifra de ventas de vehículos eléctricos nos dicen que va a haber un crecimiento exponencial, y queremos hacer muchas inversiones en instalaciones para clientes de cargadores eléctricos». Dadas las circunstancias de España, la empresa priorizará las instalaciones privadas sobre las públicas. Ofrecen cargadores de corriente alterna (7 kW en monofásica y 22 kW en trifásica) y de corriente continua (24 y 50 kW).
Si miramos a las grandes petroleras españolas, más de lo mismo. Si entramos en los planes de negocio de Repsol, BP, CEPSA, Galp y demás, veremos que no solamente tienen planes de convertirse en empresas multienergéticas -reduciendo su cuota de petróleo-, también aspiran a vender electricidad renovable a los usuarios de los vehículos eléctricos.
