Tesla responde a las dudas sobre la durabilidad de las MCU. Se espera que sea de solo de cinco a seis años
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Publicado: 03/02/2021 15:34
A medidos de enero Tesla saltaba de nuevo a los titulares pero esta vez por la llamada a revisión por parte de la autoridad de tráfico de los Estados Unidos, NHTSA, que indicaba que miles de unidades del Model S y X tendrían que pasar por el taller por culpa del MCU. Un elementos que controla el sistema de info-entretenimiento y que después de cierto tiempo dejaba de funcionar o lo hacía de forma errónea.
El problema es que la memoria flash con el paso del tiempo y el uso termina agotándose, lo que provoca que la pantalla principal del coche sea más lenta, responda peor a las peticiones de los usuarios, sea menos reactiva, reiniciándose de forma aleatoria y, en ocasiones, averiándose por completo.
Cada vez que una de las unidades afectadas se pone en marcha, el sistema ocupa por completo los 8GB eMMC NAND de capacidad de la memoria flash integrada, en el chip NVIDIA Tegra 3 que compone el corazón de todo el sistema. Cuando este elemento falla, ciertas funciones del vehículo dejan de funcionar como es el caso de la cámara de visión trasera. Algo que para la NTHSA, la pérdida de este tipo de funciones afectan a la seguridad del automóvil.
Ahora desde Tesla se ha respondido de forma oficial a esta llamada a revisión de los Model S y X. Según el vicepresidente de asuntos legales de Tesla, Al Prescott, los fallos de la pantalla táctil no constituían un defecto digno de una llamada a revisión «porque se esperaba que las partes solo durasen de cinco a seis años».
Según el Sr Prescott » La memoria flash eMMC está inherentemente sujeta a desgaste, tiene una vida finita (como reconoce la propia NHTSA) y puede necesitar reemplazo durante la vida útil del vehículo. Mientras que la tasa de desgaste está fuertemente influenciada por el uso activo de el sistema de visualización central, más aún cuando el vehículo está en marcha o cargando, dado un uso diario promedio razonable de 1.4 ciclos, la vida esperada sería de 5 a 6 años. NHTSA no ha presentado ninguna evidencia que sugiera que esta vida esperada sea fuera de las normas de la industria «.
Desde Tesla también se ha afeado que desde la NHTSA se haya pedido que la vida útil de este elemento debería ser al menos el del vehículo, unos 11.6 años de media en Estados Unidos en 2020. Una norma que han catalogado como anacrónica.
«Los componentes electrónicos son cada vez más complejos y, al mismo tiempo, la vida útil esperada de los vehículos ha crecido sustancialmente. Es económicamente, si no tecnológicamente, inviable esperar que dichos componentes puedan o deban diseñarse para durar toda la vida útil del vehículo «.
Problemas para el mercado de ocasión
A la vista de estas circunstancias, son muchos los que indican que esta situación supondrá un jarro de agua fría para el mercado de ocasión de los coches de Tesla, ya que con estos datos supondrá que los vehículos vendidos desde 2016 o 2017 para atrás, podrían comenzar a tener problemas en su MCU a partir de este año. Un aspecto que además supone obligatoriamente tener que pasar por uno de los servicios técnicos de la marca para realizar un cambio que no entrará en garantía.
Un aspecto a lo que no ayude la dificultad para saber el estado de dicho elemento, que a diferencia de otros de desgaste, como ruedas o pastillas de freno, no puede comprobarse a simple vista en cualquier taller.
Aspectos que en Estados Unidos supondrá la llamada a revisión de 158.000 unidades del Model S y X tendrán que pasar por el taller para sustituir este elemento, mientras que en Europa todavía no hay noticias sobre si las autoridades seguirán el ejemplo de los americanos, o no tendrán en cuesta este elemento como un defecto de fabricación como pide Tesla sino un elemento de desgaste.
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Fuente | NHTSA