Montar las baterías en posición vertical podría incrementar la autonomía de los coches eléctricos en un 30%
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Publicado: 03/06/2021 10:35
La empresa británica Page-Roberts, que fue fundada hace apenas dos años, ha patentado un diseño que modifica la situación del pack de baterías de un coche eléctrico, logrando con ello hasta «un 30% más de autonomía». ¿En qué consiste la solución desarrollada por la startup británica? Simple: los diseñadores han recolocado las baterías y las han montado en posición vertical.
Por norma general, los coches eléctricos tienen el pack de baterías situado en los bajos, una posición que permite mantener la habitabilidad del coche inalterada (a cambio, eso sí, de un incremento en la altura de la carrocería); además, mejora la rigidez estructural del chasis, la seguridad en caso de impacto lateral, y reduce notablemente el centro de gravedad, lo que repercute en un mejor comportamiento dinámico.
Page-Roberts no es la primera empresa en explorar las baterías verticales; sin ir más lejos, en el año 2011 Renault apostó por esta solución en el Fluence Z.E, un sedán que a pesar de ser notablemente más largo que el modelo original con motor de combustión interna (se «estiró» el voladizo trasero para compensar la presencia de las baterías tras la segunda fila de asientos) perdía mucha capacidad de maletero.
A esto habría que señalar otros problemas asociados a esta distribución, como una refrigeración algo más compleja y un reparto de pesos mucho más descompensado. Este último inconveniente es solucionado por Page-Roberts al colocar las baterías en el centro del habitáculo; a cambio, los asientos traseros se tienen que situar a contramarcha.
La empresa señala que gracias a este diseño se solucionan algunos de los problemas típicos de los modelos con baterías bajo el piso: la altura adicional, la distancia entre ejes ampliada y las «complejidades estructurales» asociadas a este tipo de configuración. Así, unas baterías verticales permitirían utilizar carrocerías más compactas y reducir los costes de producción.
Al hacer el coche más bajo y ligero, la autonomía podría incrementarse hasta en un 30% con una batería de idéntica capacidad. Además, Page-Roberts también cita una reducción de costes del 36%, algo que sería especialmente útil en vehículos de corte urbano, nicho del mercado al que según la compañía va orientada esta solución.
«Los desafíos relativos al coste de la batería y a la densidad energética, junto con el alcance y la infraestructura de carga, continúan deteniendo el progreso de los vehículos eléctricos, a pesar de que las marcas de automóviles y los líderes tecnológicos están compitiendo para poner su sello en el mercado», explica Mark Simon, director de tecnología de Page-Roberts.
«Nuestro concepto de diseño reduce los costes, aumenta la eficiencia, mejora la agilidad y ofrece libertad de diseño. La eficiencia se traduce en menos tiempo de carga con baterías más pequeñas, por lo que también se reducirá la presión sobre los puntos de carga, otro punto clave para la industria».
Fuente | Autocar
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