Rusia anuncia su estrategia del vehículo eléctrico hasta 2030
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Publicado: 24/08/2021 21:58
Para lo grande que es Rusia, se estima que unos 11.000 vehículos eléctricos circulan por sus carreteras y calles, una cifra a todas luces insuficiente si sacamos de la ecuación a los vehículos de transporte público. Ya conocimos la excepción, la región de Jabárovsk, una especie de paraíso de los vehículos eléctricos por varias circunstancias concretas.
Para poner fin a esa situación, el Gobierno ha anunciado un plan para que entre 2022 y 2030 se produzcan en el país 730.000 vehículos eléctricos, siendo el primer año con objetivo 2024, ya con 25.000 unidades. En 2030 la producción anual debería ser de 217.000 vehículos eléctricos, de acuerdo a esta previsión. A estos números habría que sumar todos los eléctricos que acaben siendo importados del exterior.
Para que haya vehículos hay que tener infraestructura de carga, esto es, como una estación de recarga cada 10 vehículos, lo que nos da unas 73.000 estaciones para 2030. Se dividirán en unas 44.000 estaciones de recarga rápida, para poder proporcionar el 40% de carga en dos horas o más, y 29.000 estaciones de mayor potencia que permitan recargar el 80% en menos de media hora.
Se incluyen en el lote los vehículos de pila de combustible de hidrógeno. Para ellos se han previsto la construcción de hidrogeneras a partir de 2025, y que para 2030 los rusos puedan disponer de unas 1.000 instalaciones de suministro al terminar la década.
Antes de eso, el objetivo a corto plazo (2022-2024) es tener 9.400 estaciones de recarga, desglosadas en 6.500 de recarga rápida a secas, y 2.900 de recarga más rápida. Estas infraestructuras se van a localizar en la red federal de autopistas/autovías (donde los eléctricos se ahorrarán el peaje desde 2022) y separadas por no más de 100 kilómetros. En cuanto a estaciones de recarga urbanas, se distribuirán a razón de una cada 4 kilómetros cuadrados.
Rusia tendrá que desembolsar, de acuerdo al plan, 591.000 millones de rublos, al cambio más de 6.800 millones de euros. Aquí se incluyen subvenciones y ayudas en los préstamos o en las cuotas de leasing. El país euroasiático no quiere quedarse relegado en la carrera de las nuevas energías, ya que actualmente basa gran parte de su economía en la energía fósil.