Dos momentos muy importantes en la vida de todo consumidor son la adquisición de una vivienda y la de un coche. Los números para saber qué modelo nos podemos permitir comprar se agolpan en la calculadora. Pero existe un lugar en el planeta en el que sus ciudadanos ya no necesitan hacer más cuentas. Las tienen muy claras. Y como en toda historia que se precie hay un héroe que abre las puertas a los demás. Esas puertas se abrieron en forma de coche eléctrico.
Fue en 2016 cuando Dmitry Unagaev empezó a perpetrar un plan. Una regleta extensora de electricidad y un enchufe le hicieron gritar, ¡Eureka!. Había encontrado no solo la forma de comprarse un coche a buen precio, sino que además con el paso de los meses ahorraría dinero. La clave, un coche eléctrico.
Llega el momento de abrir Google Earth y teclear Jabárovsk (te lo recomendamos para seguir la pista de este artículo). Una vez que en la pantalla de nuestro iPad o portátil aparece esa localidad rusa hay que ponerlo todo en contexto.
Jabárovsk se encuentra enclavado en el lejano oriente ruso. Si recorremos sus calles nos llevaremos una sorpresa mayúscula. ¡Está repleto de coches eléctricos!. En esta zona tan anónima de Rusia el poder adquisitivo medio es bajo. No estamos precisamente en la zona del país con salarios más grandes. Así que de forma inevitable surge la pregunta, ¿cómo hacen para que más de una quinta parte de los coches eléctricos importados a Rusia entre enero y mayo se vendieran en Jabárovsk?. Respuesta: oportunidad de adquisición. Si a ello sumamos un bajo coste de la electricidad, tenemos la combinación perfecta, el paraíso del coche eléctrico está en Rusia, concretamente en su lejano extremo oriente.
Si fuera un consultor de marketing o estrategia de ventas, lo primero que haría sería viajar a Jabárovsk para preguntar a sus habitantes por qué han decidido comprarse un coche eléctrico.
La primera respuesta que obtendría es que hay un mercado incipiente de segunda mano. Debido a su cercanía con Asia, es muy sencillo acceder a coches eléctricos usados y con precios reducidos importados de Japón. Sirva como dato que allí se puede conseguir un Nissan Leaf de segunda mano por un precio que va desde los 4.700 a los 7.000 euros.
La segunda respuesta es que los números cantan. Aquí conducir un Nissan Leaf de segunda mano te permite ahorrar unos 570 euros al año en comparación a conducir «el coche del pueblo», léase un Lada Granta de producción nacional. Dato importante a destacar: esos 570 euros se corresponden al salario mensual medio de la región.
La tercera respuesta es que la electricidad es barata. El oriente ruso dispone de electricidad a un coste bastante bajo para favorecer el desarrollo económico de la región.
La cuarta respuesta sería que las refinerías locales no son eficientes ni competitivas, así que los precios de los carburantes suelen ser más altos que la media rusa: un 6% más caro, según el Servicio Federal de Estadística.
Así que tras esta visita virtual a Jabárovsk la conclusión final ante mis supervisores de la consultora sería: esta región ofrece una visión de las tendencias que sin duda van a impulsar la compra generalizada de coches eléctricos: combustible caro, electricidad más barata y precio de compra del coche eléctrico reducido».
PD: por cierto si a estas alturas del artículo piensan, y con razón, que se me olvida hablar de la infraestructura de recarga tengo que decirles que de muchos balcones de Jabárovsk cuelgan enchufes que van a parar a sus coches eléctricos.
Estos son los datos, ahora son ustedes los que tienen que sacar sus propias conclusiones.
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