Luca Napolitano, director ejecutivo de Lancia, ha revelado durante una reciente entrevista nuevos detalles acerca de la estrategia de relanzamiento de la marca, que aprovechará las enormes sinergias que permite el grupo Stellantis para regresar a Europa (actualmente solo tiene presencia en Italia, su mercado natal) con una gama fuertemente electrificada.
Con el objetivo de cumplir las directrices de Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis, el cual ha pedido a Napolitano que haga de Lancia una marca con credibilidad en el sector premium, se ha desarrollado un plan estratégico basado en cuatro pilares: sostenibilidad (a nivel de propulsión y también de materiales, con la mayor tasa de reciclabilidad del grupo), una gama centrada en tres modelos orientados al futuro a nivel de diseño y tecnología, una calidad de producto y servicios a la altura de Mercedes-Benz, y un sistema de venta online.
Lancia colaborará estrechamente con Alfa Romeo y DS, las otras dos firmas premium de Stellantis. Los directivos de las tres compañías maximizarán los desarrollos conjuntos (plataformas, tecnología, software), tratando en todo momento de diferenciarlas lo máximo posible entre sí. Frente al estilo deportivo de Alfa Romeo y el lujo barroco de DS, Lancia apostará por una elegancia italiana de carácter atemporal «que perdure y encante».
En lugar de comenzar lanzando un SUV urbano como parte del proyecto que en 2023 verá nacer en la planta de Tychy (Polonia) tres modelos de las marcas Alfa Romeo, FIAT y Jeep, el primer paso de la resurrección de Lancia será renovar el utilitario Ypsilon (su único automóvil actualmente a la venta) con una nueva generación.
El Lancia Ypsilon medirá menos de 4 metros
Este modelo, que contará con versiones térmicas y eléctricas, permitirá a Lancia aprovechar su actual base de clientes en Italia. El nuevo Ypsilon medirá menos de 4 metros, se lanzará al mercado en el año 2024 y, aunque todavía no hay confirmación oficial, podría producirse en la planta zaragozana de Figueruelas junto con los Opel Corsa y Peugeot e-208.
En 2026, Lancia se transformará en una marca eléctrica y lanzará su segundo vehículo, conocido por la prensa como Aurelia. Este SUV sportback será el buque insignia de la compañía y precederá al compacto Delta, cuya cuarta generación se presentará en 2028. Napolitano aspira a que sea «un auténtico Delta» inmediatamente reconocible como tal, con un diseño geométrico, anguloso y musculado.
Aunque en la primera fase de este plan Lancia no se plantea regresar a la competición, donde logró importantes éxitos en el pasado, sí que se ha confirmado que el Delta no decepcionará en términos de rendimiento. Por lo tanto, y aunque Napolitano no ha querido dar más detalles, no deberíamos descartar que el compacto eléctrico cuente con versiones de alto rendimiento HF Integrale.
Lancia también apostará por una nueva filosofía de diseño en el habitáculo de sus coches, cuyos interiores se inspirarán en el mundo de los muebles y beberán de conceptos como «cocooning» (estar en un ambiente acogedor y relajante) y «effortless» (tendrán un sistema de infoentretenimiento fácilmente accesible). De hecho, Lancia está trabajando en un sistema denominado Sala (Sonido, aire, luz aumentada) que permitirá personalizar de forma sencilla el habitáculo (con un simple botón cambiará la combinación de música, ventilación e iluminación).
Lancia contará con unos cien distribuidores ubicados en sesenta ciudades europeas, algunos de ellos compartidos con Alfa Romeo o incluso con DS. Sin embargo, tendrá una exposición separada y un equipo de ventas dedicado. La mitad del volumen de ventas de Lancia fuera de Italia será online, aunque los clientes seguirán contando con la red para recoger su coche y recibir asistencia.
El objetivo final de la firma transalpina es lograr ser rentable, por lo que en lugar de centrarse en el volumen de ventas, tratará de lograr márgenes de beneficio «premium». Aunque Napolitano cita a Mercedes-Benz como inspiración en términos de posicionamiento, atención al cliente, calidad del producto, trabajo en vehículos de ocasión y red comercial, Lancia beberá principalmente de clientes procedentes de Audi y MINI (Ypsilon), así como de Volvo (Delta, Aurelia). Más allá del perfil «progresista» de los compradores de la marca sueca, Napolitano destaca otro punto en común: unos diseños sencillos.
Fuente | Passione Auto Italiane
