Como cada vez más gente sabe, el sistema eléctrico europeo contempla aspectos como que el precio de la electricidad esté marcado por la tecnología más cara, que ahora mismo es el gas. Un absurdo de grandes proporciones que tiene como resultado un coste energético insostenible. Pero la pregunta es, ¿Qué pasaría si se desacoplan estos precios? ¿Cuánto podríamos estar pagando por la electricidad y por lo tanto, por recargar nuestro coche eléctrico?
Antes de nada podemos hacer un resumen del coste actual, donde por supuesto la cifra final dependerá del contrato que tengamos, ya que aunque estemos en un momento totalmente disparatado en cuanto a precios, todavía podemos lograr tarifas competitivas.
Y es que en la actualidad es posible encontrar contratos con un coste medio de 17 o 18 céntimos el kWh fuera del mercado regulado. Una cifra que nos puede parecer elevada pero es casi idéntica o muy similar a los precios que teníamos hace 10 años, cuando las renovables no tenían tanto peso como en la actualidad. Por lo tanto, la primera impresión es que incluso con ofertas, nos están cobrando de más por la energía.
Si nos hacemos con uno de estos contratos, entonces podremos hacer una estimación del coste con un eléctrico con un consumo medio de unos 15 kWh cada 100 kilómetros, teniendo en cuenta que el coste medio con impuestos del kWh en España, esto supone unos con unos 2,7 euros cada 100 km.
Pero no hace mucho los precios de las tarifas en España contaban con descuentos para las recargas nocturnas de lo más interesantes.
Por ejemplo podemos recordar como en 2017 el coste de la energía en horario punta era de unos 18 céntimos el kWh, mientras que en la valle de media se colocaba en la mitad, 9 céntimos el kWh. Un coste que hoy en día incluso se podría mejorar gracias al incremento del peso de las energías renovables, y la amortización de muchos de los proyectos eólicos o solares que hoy en día nos proporcionan electricidad.
Con un coste de 9 céntimos el kWh, con impuestos, el coste de los 100 km bajaría para el mismo coche a unos 1,35 euros. Un precio sin duda mucho más razonable que hace que la amortización de la inversión sea más rápida que en la actualidad.
Esto se traduce en que la factura mensual para un propietario de un coche eléctrico que recorra unos 20.000 km anuales, será la siguiente según el precio del kWh:
- Coste actual medio, 23 céntimos el kWh: 3,45 euros/100km. Total mes: 57,4 euros
- Coste actual con oferta: 18 céntimos el kWh: 2,7 euros/100 km. Total mes: 44,9 euros
- Coste estimado desacoplado tarifa nocturna: 9 céntimos el kWh: 1,35 euros/100 km. Total mes: 22,4 euros
Esta estimación supondría que con un coste desacoplado y con una tarifa nocturna el cliente de un coche eléctrico podría pagar una factura mensual por cargar su coche un 60.9% menos que con las tarifas medias actuales, e incluso un 50,1% menos que con las tarifas oferta que nos podemos encontrar en estos momentos fuera del mercado regulado.
Por supuesto, con un coste más barato de la electricidad, la recarga pública sería más barata, incluyendo la recarga rápida. Algo que favorecería su expansión de la infraestructura y con todo ello, el incremento de las ventas de coches eléctricos.
Algo que por supuesto se extendería al resto de costes de las viviendas que deberían ver como su factura energética mensual tendría que bajar sustancialmente. Un factor que se determinará entre los días 24 y 25 de este mes de marzo donde el Parlamento Europeo se reunirá para debatir esta medida de desacoplar los precios auspiciada por España y Portugal.