Dos de las empresas más relevantes de la industria del automóvil y la energía han sumado fuerzas para beneficiarse mutuamente. El Grupo Volkswagen y BP van a instalar a nivel europeo 8.000 puntos de recarga en el plazo de dos años, y para acelerar ese despliegue van a utilizar cargadores Flexpole, que proporcionan hasta 150 kW pero sin necesidad de conexión de alta potencia.
El truco está en que los puntos de recarga se conectan a la red convencional de electricidad, de baja potencia, aprovechando la infraestructura existente en las gasolineras de BP y Aral. Para poder proporcionar 150 kW de potencia se emplean baterías estacionarias como colchón, por lo que estas acumulan energía siempre que no haya clientes cargando, y pueden darla rápidamente.
Los cargadores Flexpole tienen dos conectores, por lo que la potencia se divide entre ellos. Así, puede haber dos clientes recargando a 75 kW «a pachas», o uno a 50 kW y otro a 100 kW. Como la velocidad de recarga no es constante, esto irá variando según se llenen las baterías de uno de los dos clientes, ya que pasado el 80% del SoC la recarga se enlentece bastante.
El despliegue de estos puntos de recarga va a ser principalmente en Alemania y el Reino Unido en una primera fase, con unos 4.000 emplazamientos solo para esos países. El primero se ha instalado en Düsseldorf, a la inauguración se ha personado el CEO de Volkswagen, Herbert Diess, así como su homólogo en BP, Bernard Looney.
En nuestro país, BP dispone de unas 750 estaciones de servicio, las primeras que recibirían los FlexPole estarán en las principales rutas de paso o en centros urbanos donde haya una concenctración suficiente de vehículos eléctricos, por pura lógica. Mientras dure la recarga, los clientes dispondrán de los servicios habituales de las gasolineras tradicionales. Forma pate de la lógica evolución de gasolineras fósiles a centros de recarga rápida y ultrarrápida.
Los vehículos del Grupo Volkswagen integrarán en sus sistemas de navegación los puntos de recarga de esta red para facilitar los desplazamientos que impliquen una recarga rápida y ultrarrápida. BP, por su parte, se asegura una creciente clientela que, además de recargar, puede hacer algo más de gasto en sus instalaciones. Y todo esto sin tener que hacer costosas obras, ni la necesidad de contratar más potencia eléctrica en la inmensa mayoría de los casos. Hasta ganarán dinero si compran electricidad fundamentalmente de noche.
