La marca Wiesmann, fundada en el año 1988, está viviendo una etapa de relanzamiento tras su quiebra en 2014. La compañía, especializada en la producción de roadsters retrofuturistas equipados con motores de origen BMW, quiere volver a la palestra de la mano de un deportivo 100% eléctrico conocido hasta ahora como Project Thunderball.
El director ejecutivo de Wiesmann, Roheen Berry, afirma que la llegada del nuevo modelo supone «un momento notable en la historia de la marca Wiesmann y la culminación de un sueño de años de excelencia en diseño e ingeniería», pues se tratará del «automóvil deportivo eléctrico más emocionante del mundo».
Estéticamente, el Wiesmann Thunderball tiene un diseño muy similar a los modelos que el fabricante lleva décadas produciendo en baja tirada. Los grupos ópticos, formados tanto delante como detrás por dos proyectores superpuestos verticalmente, son sin lugar a dudas uno de los guiños más claros al pasado de la firma.
Sin embargo, la calandra en forma de gota de agua, las redondeadas aletas y las proporciones generales del vehículo (capó alargado, habitáculo retrasado sobre el eje trasero, zaga muy corta) no solo nos retrotraen a otras propuestas de Wiesmann, sino que nos hacen soñar con algunos descapotables clásicos de los años 50.
El Wiesmann Thunderball rondará los 500 kilómetros de autonomía
El vehículo equipa dos motores eléctricos, ambos acoplados al eje posterior (es tracción trasera). Arrojan una potencia combinada de 680 CV y 1.100 Nm, lo que le permite hacer el 0 a 100 km/h en 2,9 segundos. Este conjunto ha sido desarrollado en colaboración con Roding Automobile, que también se encarga de suministrar su batería de 92 kWh.
El vehículo, que pesa unos 1.700 kg, cuenta con una arquitectura eléctrica de 800 voltios, lo que le permite alcanzar potencias de carga de 300 kW en corriente continua. La autonomía por su parte rondará los 500 km. Además, contará con un sistema de frenada regenerativa específico con cinco configuraciones especialmente diseñado para incrementar el placer de conducción.
«A medida que la industria automotriz experimenta su mayor revolución en un siglo, no puede haber mejor momento para anunciar el regreso de un ícono automovilístico renovado, renacido y recargado. Thunderball continuará con la reputación de Wiesmann de establecer nuevos estándares de rendimiento, artesanía y puro disfrute. Con su estilo inequívoco, este es el Wiesmann para el siglo XXI, y esto es solo el comienzo».
Fuente | Autocar
