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Ahora no Permitir

De la Cuba de los almendrones a los electrones: los vehículos eléctricos ganan popularidad en un contexto de escasez

El régimen cubano lleva asfixiado por las sanciones de Estados Unidos desde su coqueteo con la URSS en la crisis de los misiles en 1961. Mientras en la mayor parte del mundo se habla de combustible caro y posibles racionamientos, en Cuba llevan tiempo acostumbrados. No se puede achacar exclusivamente a la guerra en Ucrania -que les pilla lejos- sino a una falta crónica de crudo y productos refinados.

Cuba tiene un problema con la energía en general, ya que su generación eléctrica depende en buena manera de centrales térmicas que no reciben el mantenimiento necesario y los apagones son frecuentes. Sin embargo, incluso en ese plan, es más fácil conseguir electricidad que combustible. La compañía estatal raciona el combustible e incluso cierra gasolineras cuando se acaba el producto.

En marzo de 2022 se dieron varios episodios de escasez y horas de cola para poder conseguir gasolina o gasóleo, pero también hubo episodios de este tipo en 2019, cuando no había más problemas de los que tiene Cuba con Estados Unidos. Pero el régimen «revolucionario» parece aguantarlo todo, y mientras no lleguen cambios de mayor calado, los cubanos se mueven como pueden.

En esas condiciones resulta bastante complicado poder dar de beber a los famosos almendrones, que es como llaman los locales al parque automovilístico de origen americano que se quedó congelado en el tiempo por el efecto de las sanciones. Son auténticos Frankenstein rodantes, ya que según se han ido necesitando piezas se han hecho todo tipo de ñapas, incluso con motores diésel de origen ruso. También circulan reliquias de la época soviética entre escasos vehículos importados más recientes.

Dado que adquirir vehículos nuevos es prohibitivo para la mayoría de la población, los pequeños vehículos eléctricos empiezan a tener un papel más importante, partiendo desde la irrelevancia. Gracias a la importación de componentes desde China y Vietnam, la empresa conocida como Ciclos Minerva está produciendo motocicletas (motorinas) y triciclos eléctricos para el transporte de personas y pequeñas mercancías, además de sus tradicionales bicicletas de pedales. También van a vender cuadriciclos pronto.

Ciclos Minerva no puede atender a la demanda

La fabricación de estos vehículos depende de componentes extranjeros en su totalidad y está al albur de las dificultades económicas en la isla y los intermediarios. El 95% de la energía consumida en Cuba viene del petróleo, recurso que le es insuficiente y se ve obligado a importar en grandes cantidades (el 40% de su consumo). La política de energía estatal marcó en 2030 el objetivo de generar el 37% de la energía con renovables. Mejor tarde que nunca.

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