Como la oferta y la demanda no encuentran un punto de equilibrio, el precio sube hasta encajar; es lo que dice la teoría económica fundamental. Y como manos invisibles y visibles han subido precios, se da un fenómeno en ciertos coches eléctricos de gama media y alta: piden más por ellos usados que nuevos. Y algunos están forrándose con este negocio en un momento en el que hay listas de espera de varios meses.
Cuando ese negocio se hace a expensas de las ayudas gubernamentales, entonces resulta un fraude para los contribuyentes. Por eso, Francia ha endurecido las normas para ser adjudicatario de una ayuda a la compra, hay que mantener el coche en propiedad un año, no seis meses, y circular un mínimo de 6.000 km en el caso de turismos.
La reforma legal ha entrado en vigor hoy mismo al publicarse en Légifrance (equivalente del BOE en Francia). La versión original del Decreto nº 2022-669 del 26 de abril se ha reformado para recoger el requisito de plazos y kilómetros. También hay requisitos para vehículos de categorías M2, M3, N2 y N3 (camiones y autobuses).
De no cumplirse estos requisitos se devolverá al Gobierno de Francia el importe de la ayuda. Haciendo de abogado del diablo, habrá que conseguir un margen de venta superior para que compense, y al menos el contribuyente francés no lo notará tanto. Los franceses tienen de los incentivos más altos que se dan en Europa para comprar coches eléctricos.
Por otra parte, la picaresca se pone coto hasta cierto nivel de precios, ya que por encima de 60.000 euros no hay ayudas gubernamentales que valgan, así que no ha dejado de ser legal revender coches eléctricos para sacar beneficio, se impone la devolución de la ayuda si el beneficiario no va a hacer uso de la misma, para entendernos.
Para recibir 6.000 euros de ayuda hay que comprar un coche eléctrico de menos de 45.000 euros, motivo por el cual varias marcas han hecho ajustes para que sus coches entren dentro de los incentivos, como Renault con su Mégane eléctrico o Tesla con el Model 3 hasta que hubo que hacer otra subida de precios por el alza de las materias primas. Para precios entre 45.000 y 60.000 euros la ayuda es de solo 1.000 euros, la misma cantidad que se da a los híbridos enchufables.
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