El pasado mes de mayo conocíamos la noticia que dentro de su campaña de reducción de emisiones y para atajar el coste energético de las familias, el gobierno de Francia trabajaba en un proyecto que permitirá ofrecer renting de coches eléctricos por solo 100 euros al mes y sin entrada. Ahora el ministro de Presupuestos, Gabriel Attal, acaba confirmar la puesta en marcha de este nuevo sistema que permitirá el acceso a la tecnología a las rentas bajas.
Según el ministro galo “Estamos trabajando en ello y actualmente estamos tratando de definir la fecha de su implementación en un proyecto que posiblemente empiece antes de terminar este año”
Como recordamos, este programa solo afectará a los franceses con rentas bajas, que tendrán acceso a un coche eléctrico, todavía por definir qué modelos entrarán, y que podrán dejar atrás su modelo diésel o gasolina para moverse con una tecnología mucho más eficiente y económica.
Y es que aunque la subida de la electricidad ha sido imparable en los últimos meses, la realidad es que moverse con un eléctrico que recarguemos en casa sigue siendo muy barato. Más incluso en una Francia que está subvencionado con dinero público buena parte de la subida de los precios de la electricidad. Algo que hace que la factura mensual del propietario de un coche eléctrico sea mucho menor que la que tenga un modelo de combustión.
Queda por conocer las condiciones de acceso a este crédito avalado por el Estado, y lo más probable es que esté vinculado a un límite máximo de ingresos anuales, mientras que aquellos que superen este límite tendrán a su disposición las ayudas de hasta 6.000 euros para la compra de un eléctrico nuevo, con un límite de 47.000 euros con impuestos, o incluso los 2.000 euros que el gobierno francés pone sobre la mesa para los que quieran comprar un modelo usado.
¿Cuánto ahorrará un usuario de un coche eléctrico?
La pregunta que muchos se harán es cuánto ahorraré con este cambio. Algo que no es sencillo ya que cada caso es un mundo. Pero podemos hacer una estimación para un propietario que necesita el coche para ir a trabajar todos los días y que recorra unos 20.000 km al año.
En caso de tener un coche diésel, pensemos ya en propiedad sin ninguna carga financiera, que tenga un coche mediano con un consumo de unos 6 litros a los 100 km, el coste solo en cuanto a diésel (que está a 1.97 euros el litro de media en Francia) sería de unos 2.364 euros la año, o 197 euros al mes. Luego hay que sumar los gastos de mantenimiento del sistema, como los cambios de aceite, filtros y demás.
Por su parte un cliente con un coche eléctrico con un consumo medio de 15 kWh a los 100 km, en esos mismos recorrido y teniendo en cuenta la tarifa de venta regulada (TRV) de Francia, puede acceder a un coste de 13 céntimos de euro el kWh más una anualidad de 85.4 euros para un contrato con 3 kW, o de 136 euros al año para uno con 6 kW.
Esto supone un gasto de 3.000 kWh al año y una factura, contando que haga todas las recargas en casa, de 390 euros al año, o una mensualidad de 32.5 euros por la energía más 7.11 por el contrato, lo que nos daría una suma de 39.6 euros al mes. Eso sumado a los 100 euros al mes del renting del vehículo, supondrá que el cliente podrá moverse por 139 euros al mes, o 58 euros menos al mes que con el modelo de combustión.
Y no olvidemos que los clientes de los coches eléctricos tienen la posibilidad de recargar gratis en determinados lugares, como en algunos supermercados mientras hacen la compra. Algo impensable para el conductor de un coche diésel o gasolina.
Pero al ser un renting, y a falta de los detalles del proyecto, entendemos que gastos como el seguro y los pocos mantenimientos que tienen, estarán incluidos en la factura mensual. Algo que aumentará todavía más la diferencia del ahorro. Añadir también que se espera que al final del contrato, que se estima en tres años, el cliente podrá adquirir en propiedad el vehículo si lo desea pagando el valor residual del mismo.