Hoy en día, el conductor de coche eléctrico debe tener de 10 a 12 aplicaciones de carga en su teléfono. Yo mismo tengo ahora mismo 11 apps de operadores más varias de búsqueda de puntos, rutas…etc. En cada aplicación debemos añadir nuestros datos, como dirección, modelo de coche, así como la tarjeta de crédito o débito. Y si cambiamos la tarjeta, vuelta a empezar con todo de nuevo. Algo que supone un problema para muchos usuarios que se ven desbordados y que sufren una experiencia negativa por esta política.
En algunos mercados están empezando a dar los pasos para regularlo. Es el caso de Noruega, donde este otoño el gobierno presentará una nueva estrategia de cobro unificada para facilitar la vida a los usuarios unificando criterios y formas de pago.
Este movimiento llega en un momento donde el país nórdico ha desplegado un 30% de los puntos que tienen previsto poner en marcha entre 2021 y 2030. Algo que permite realizar la expansión del grueso de la red de una forma ordenada, y además diseñando un marco legal y de uso que evite el actual caos de tarifas, tarjetas o aplicaciones.
De momento no hay detalles de cómo será el texto legal definitivo, pero todo hace indicar que el gobierno impondrá a los operadores la creación de un sistema de interoperabilidad entre las redes que permita a los usuarios poder usar cualquier punto con una única aplicación. Algo similar al roaming de llamadas o datos dentro de la UE, pero aplicado a la carga de coches eléctricos.
Esto debería llegar además sin costes adicionales para los clientes. Algo que supondrá un reto desde el punto de vista técnico ya que cada sesión deberá ser identificada tanto desde el lado del usuario, como las características y tarifas del punto de carga.
Una posibilidad es que al igual que sucede con las tarjetas bancarias, que pueden usarse en cualquier cajero, la estación avise de sus tarifas al cliente antes de comenzar la sesión. De esa forma en caso de desconocimiento y de haber llegado a una estación premium, el conductor no se lleve una sorpresa en la factura al terminar. De esa forma podrá decidir si quiere continuar con la sesión o buscarse una más barata.
Una modalidad de pago unificado que debería estar ya en marcha, pero que como sucede en Noruega posiblemente tenga que ser la administración la que ponga en marcha las normas necesarias para poner a todos de acuerdo.
