Este catalizador en estado líquido convierte el CO2 de nuevo en carbón sólido

En el camino a la descarbonización hay básicamente dos formas de hacer bien las cosas, o emitir menos carbono (idealmente 0) o capturarlo para que no vaya a la atmósfera y contribuya al cambio climático antropogénico. La captura de carbono es una tecnología que tiene bastante que recorrer, sobre todo para que la captura sea definitiva, esto es, en estado sólido.

Investigadores de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne (RMIT) han descubierto un método simple, rápido y eficiente para atrapar el CO₂ de forma indefinida, sin riesgo de que se acabe filtrando en la atmósfera de nuevo. El secreto está en bombear el gas a través de una aleación eutéctica de galio-indio (EGaIn) en estado líquido.

Calentando la aleación a una temperatura de 100-120 ºC, y con el gas fluyendo a través del líquido, las moléculas de CO₂ se rompen y se empiezan a formar copos de carbono casi en el acto. Estos, una vez producidos, son fáciles de capturar. Al ser una forma estable se elimina el riesgo de posibles filtraciones en el futuro, a diferencia de la técnica de captura de carbono CCS ya conocida.

Además de la aleación metálica hace falta una fuente de calor externa que puede aportarse con energías renovables

Los investigadores creen que es fácil aumentar el tamaño de la «trampa» de carbono, así como su implementación cercana a las áreas de emisión del gas. Hay industrias donde la emisión del carbono es inevitable, como la siderúrgica, así que sistemas como este son imprescibdibles para lograr la descarbonización de su actividad.

Está pendiente de crearse un prototipo que filtre el carbono a mayor escapa y así dar el salto a la siguiente fase, la de ver si es viable. De momento esta técnica ya está en proceso de patente en Australia y cuentan con un socio industrial para llevarlo a cabo, ABR, con el que han firmado un acuerdo por valor de 1,65 millones de euros. ABR comercializa tecnologías para descarbonozar las industrias cementera y siderúrgica. En torno al 7% de las emisiones de CO₂ mundiales vienen de esas dos industrias.

El carbono capturado en forma de carbón común (pero sin hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno) puede usarse como almacenamiento indefinido, o para utilizarlo en fines industriales para la creación de materiales sin la necesidad de minarlo, mejorando la economía circular. El equipo está abierto a colaborar con otras industrias que tengan problemas para descarbonizar sus actividades, por si pueden hacer algo al respecto. Se puede consultar el resultado de sus investigaciones en el paper «Direct Conversion of CO₂ to Solid Carbon by Liquid Metals».