A día de hoy, Ford no vende turismos convencionales en Estados Unidos, su mercado natal. Su oferta está compuesta por SUV, todoterrenos, pick-ups, furgonetas y el deportivo Mustang, que hace la función de modelo «halo» dentro de la gama. ¿El motivo detrás de la desaparición de antiguos superventas como el Fusion o el Taurus? La elevadísima popularidad de los rentables todocaminos.
Ahora, la firma del óvalo azul ha confirmado que seguirá esta misma estrategia en Europa, enfatizando su identidad estadounidense y su «espíritu aventurero». La transformación de Ford en el viejo continente se basará en dos pilares: una firme apuesta por los SUV y la rápida electrificación de su alineación (para 2030, la compañía solo venderá coches eléctricos en nuestro mercado).
La gama de Ford se dividirá en cuatro familias: Urban Escape (Puma), Active Adventure (Explorer), Ultimate Outdoor (Ranger) y Wild Performance (Mustang). «Estamos aprovechando la oportunidad para reposicionarnos por completo. Nuestros futuros modelos serán más americanos y a partir de 2030 serán todos eléctricos», explica Christian Weingaertner, jefe de marketing de Ford Alemania, Austria y Suiza.
Este cambio de estrategia no solo conllevará la desaparición de los agonizantes Mondeo, S-Max y Galaxy, que seguirán el camino de los Ka y C-Max al olvido, sino que incluso los icónicos Fiesta y Focus serán sustituidos por sendos SUV eléctricos. Está previsto que ambos vean la luz a lo largo del año que viene.
Ford será 100% eléctrica en Europa a partir de 2030
El lugar del Fiesta lo ocupará una versión eléctrica del Puma. Aunque será muy similar al modelo térmico, con el que compartirá el uso de la plataforma B2E, se diferenciará por algunos pequeños cambios estéticos como una calandra cegada. Se producirá en la planta de Craiova (Rumanía), y aunque se presentará en 2023, lo más probable es que las primeras entregas no tengan lugar hasta 2024.
Mientras que el Fiesta se discontinuará a mediados de 2023, el Focus aguantará hasta 2025; sin embargo, tendrá que convivir durante dos años con su sustituto, un SUV compacto basado en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen que se fabricará en Colonia (Alemania). Este crossover tendrá una autonomía máxima superior a los 500 km WLTP y se situará a caballo entre el Puma eléctrico y el Mustang Mach-E.
Su diseño estará fuertemente inspirado en el Explorer; además, en 2024 recibirá una variante «coupé». La principal diferencia entre ambos será la línea lateral, pues mientras que el primero será un SUV al uso, el segundo hará gala de un perfil de tipo fastback. También tendrá un frontal específico de diseño más deportivo.
