Con el BYD Seal, el fabricante chino ha dado en el clavo. Agota la producción en apenas seis horas
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Publicado: 24/05/2022 10:34
Ayer BYD abría el libro de pedidos del Seal en China. Un modelo que ha causado gran expectación por sus muchos puntos fuertes. Desde un diseño rompedor, hasta un conjunto mecánico y tecnológico muy competitivo. Pero la demanda ha superado por mucho las expectativas de BYD que en apenas unas horas a la venta ha logrado colocar medio año de producción.
En total BYD ha recibido en las seis primeras horas desde la apertura de los pedidos un total de 22.637 reservas. Una cifra considerable si tenemos en cuenta que las expectativas del fabricante era lograr una capacidad inicial de 60.000 unidades al año.
Eso quiere decir que en apenas unas horas BYD ha conseguido pedidos que cubren casi seis meses de producción. Una señal alta y clara del excelente trabajo que han hecho con el Seal.
Un modelo que ha nacido con el objetivo de convertirse en un producto global, que se venderá no sólo en China sino en el resto del mundo, tanto en Europa, como en los mercados con el volante a la derecha. Una pista de lo ambicioso de este proyecto.
Los argumentos que respaldan esta apuesta se basan en un modelo que como recordamos se colocará en el segmento D de las berlinas, gracias a un cuerpo de 4.8 metros de largo, que contará con una distancia entre ejes de 2.920mm. Eso supone que será 11 centímetros más largo y 45mm más distancia entre ejes que el Tesla Model 3. Incluso cuenta con más distancia entre ejes que un Tesla Model S (2.960mm) lo que debería dar como resultado un modelo con una gran habitabilidad y amplia zona de carga.
Usará la nueva plataforma 3.0 de BYD. Una arquitectura de 800 V, que según el fabricante, permitirá una escalada de la producción más eficiente y económica, y además también permitirá al vehículo acceder a potencias de carga rápida considerables.
Uno de los apartados más diferenciadores del Seal será el uso de un sistema de baterías que contarán con la química LFP Blade de la marca, y que además será una batería estructural (CTB). Esta sustituye la estructura tipo sándwich utilizada originalmente, y donde la parte que cubre las celdas de forma al suelo del vehículo. Un diseño que según BYD permite un aumento del 100% en la rigidez torsional de la carrocería sobre los diseños convencionales, mientras que la seguridad estructural aumenta un 55%.
El BYD Seal estará disponible en tres versiones. Una de acceso dotada de un motor eléctrico trasero de 150kW, una batería de 61.4 kWh útiles, y una autonomía de 550 km CLTP. La según opción será una variante Long Range, que elevará su potencia del motor hasta los 230 kW, la capacidad hasta los 82.56 kWh, y la autonomía hasta los 700km.
La versión más potente contará con dos motores, tracción a las cuatro ruedas, y una potencia total de nada menos que 390 kW (531 CV) suficientes para alcanzar los 100 km/h en 3.8 segundos. Su autonomía máxima en este caso bajará algo respecto a la Long Range, con 650 km CLTC.
Los precios también serán muy competitivos. En China los precios se moverán entre los 31.000 y los 39.500 euros según versión. Algo que le colocarán por debajo de los 39.500 euros en los que arranca el Model 3 Long Range, que en la versión Performance se va hasta los 51.900 euros.
Una propuesta que llegará en 2023 a Europa, donde los precios seguramente no sean los mismos por cuestiones arancelarias, logísticas y de impuestos, pero que debería seguir contando con argumentos para ser una alternativa en un mercado loco en aspectos como precios, pero también en otros como las fechas de entrega que en el caso del Model 3 Long Range básico, con llantas de 18 pulgadas y pintura blanca, se va a los 13 meses de espera.