El Mini Moke ha vuelto a fabricarse, pero con motor eléctrico

Moke International ha revivido el clásico Mini Moke, pero sin el sentimiento de culpa asociado a un motor de combustión. La planta de Fablink Group en Northamptonshire (Inglaterra, Reino Unido) ya ha comenzado a producir estos modernizados coches playeros. No es la primera vez que se hace, pero esta vez las prestaciones son mucho más interesantes.

Es algo más que un juguete para gente con dinero. Puede alcanzar los 80 km/h y recorrer unos 125 kilómetros, o en palabras de sus creadores, tres trayectos desde Cap-Ferrat (Francia) hasta Mónaco, y vuelta. Sus baterías quedan cargadas en 4 horas a través de un cable Tipo 2 -en corriente alterna- y su motor de unos 50 CV resulta suficiente para un peso muy modesto, 800 kg.

Los primeros clientes del Mini Mole serán británicos y franceses, recibiendo sus coches durante el verano. El precio que piden por él es 29.150 libras sin tener en cuenta impuestos, ayudas ni extras. Grosso modo, en España saldría a más de 41.460 euros, más lo que cueste el transporte. Que sea caro o no depende de la profundidad del bolsillo destinado a los caprichos.

La reinterpretación del Mini Moke clásico, el fabricado por British Motor Corporation, es bastante fiel al original. Antes de que BMW tomase el control de la marca hubo muchas variantes del Mini, incluyendo la Moke. Durante cierto tiempo en los 60, 70 y 80 hubo varios modelos en el mercado de este tipo, siendo uno de los más conocidos el Citroën Méhari.

Moke International no nos lo cuenta todo. El 60% de los componentes vienen del Reino Unido o el resto de Europa, el otro 40% no se sabe. Desde luego las celdas de batería, motor e inversor son de proveedores europeos conocidos, sin decir cuáles. Hay tres años de trabajo detrás del Mini Moke eléctrico y 700 personas. Seguramente no sabías que «moke» es una forma dialectal de decir «burro».

Se puede elegir en cinco colores exteriores: Granite Grey, Sunlight Yellow, Sunset Orange, Scuba Blue y Wave Blue. En cuanto a interiores y detallitos, el cliente manda. En el Reino Unido se toman muy en serio la personalización de los vehículos especiales (bespoke), hay que justificar el precio de los caprichos. Lo podremos ver próximamente en sitios de gente bien cerca de la costa, en invierno difícilmente.