Porsche le debe mucho a los Macan y Cayenne. Establecidos desde hace años como sus dos principales superventas, ambos SUV le reportan unas ganancias extraordinarias a la firma de Stuttgart, que ahora quiere ir un paso más allá y completar su oferta con un tercer crossover que le permitirá competir en la zona alta del mercado.
Mientras que el Macan se encuadra en el segmento D (SUV medianos) y el Cayenne en el E (SUV ejecutivos), el nuevo modelo entrará de lleno en el F (SUV de representación). Conocido a nivel interno por el código K1, este tope de gama medirá más de 5 metros de largo y combinará rasgos de berlina y de crossover sin renunciar a la deportividad característica de la compañía.
Oliver Blume, máximo responsable de Porsche, describe el proyecto K1 como «una interpretación muy deportiva de un SUV». Estará disponible exclusivamente como eléctrico, siguiendo los pasos de los Taycan, Macan y 718. Se espera que, para finales de la década, el grueso de la gama (con excepción del 911) sea cero emisiones.
Entre otras cosas, el Porsche K1 estrenará una nueva generación de motores síncronos, una batería de alto rendimiento y un sistema de carga rápida optimizado. Su precio se situará muy por encima de las tarifas del Cayenne, estando orientado principalmente a los mercados chino y estadounidense. Se lanzará a lo largo de 2027.
Porsche evolucionará la plataforma PPE
Todo apunta a que se asentará sobre la plataforma PPE, desarrollada conjuntamente con Audi. Esta avanzada arquitectura, que se caracteriza por contar con un sistema de 800 voltios, también se empleará en los Macan (2024) y Cayenne (2026) de nueva generación. Los próximos Taycan y Panamera, previstos para más adelante, emplearán por su parte la SSP Sport.
Originalmente, el K1 también iba a utilizar la SSP Sport, pero debido al lento desarrollo del software 2.0 por parte de Cariad, finalmente se ha optado por la prácticamente acabada PPE. Sin embargo, todo apunta a que estrenará una versión evolucionada de la misma, que incluirá un sistema de 920 voltios y unas baterías con diseño CTP (Cell To Pack).
Entre otros equipamientos, disfrutará de una suspensión neumática adaptativa que permitirá incrementar la altura libre al suelo para circular por campo, un sistema de ruedas traseras directrices con un ángulo de hasta 5 grados en el eje posterior, y un diferencial electrónico con vectorización de par. La producción tendrá lugar en Leipzig.
Fuente | Autocar
