Primeras fotos espía del Mercedes-Benz CLA eléctrico, cuya autonomía y tiempos de carga no dejarán a nadie indiferente

Mercedes-Benz ya ha comenzado a testar en carretera abierta el próximo CLA eléctrico, un modelo clave dentro de su ambiciosa estrategia de electrificación. Esta berlina «coupé» pasará a ocupar un papel central dentro de la gama del fabricante, siendo la encargada de estrenar la avanzada plataforma modular MMA, así como el sistema operativo MB.OS.

Todavía no está claro que CLA vaya a ser su nombre definitivo, pues crecerá ligeramente respecto a la generación actual para cubrir también el hueco del Clase C, que no contará con una versión eléctrica. En la práctica, Mercedes-Benz llevará a cabo una jugada similar a la de Polestar, que con su Polestar 2 cubre indistintamente los segmentos C (berlinas compactas) y D (berlinas medianas).

La carrocería del Mercedes-Benz CLA se basará en la del prototipo Vision EQXX, que anunciaba un coeficiente aerodinámico de 0,17. Aunque el modelo definitivo no alcanzará dicha cifra, es altamente probable que mejore al EQS (0,20) en dicho apartado. Esta preocupación por la aerodinámica queda patente si observamos los tiradores de las puertas, que están encastrados.

Para contener el peso al máximo, el fabricante utilizará grandes piezas de fundición en la construcción de algunas estructuras, véase el bastidor trasero. También aportará ligereza al conjunto el nuevo sistema eléctrico de 800 voltios, que además permitirá al vehículo acceder a cargas ultra-rápidas en corriente continua.

El Mercedes-Benz CLA eléctrico tendrá hasta 850 kilómetros de autonomía

El CLA estrenará una unidad propulsora (eATS) de nueva generación, la cual integrará motor, transmisión y electrónica de potencia. Además de resultar muy compacta, también será eficiente, pues tendrá un rendimiento del 95% frente al 80-85% típico. Los rumores apuntan a que el consumo homologado se situará en apenas 10 kWh/100 km.

Las baterías siempre tendrán una capacidad inferior a los 100 kWh. Las variantes de acceso utilizarán celdas LFP (litio-ferrofosfato), mientras que las superiores apostarán por la química NCM (níquel, cobalto, manganeso). El objetivo de Mercedes-Benz es alcanzar una densidad energética de 800 Wh/l. Todo esto se traducirá en una autonomía que oscilará entre los 650 y los 850 km WLTP, dependiendo de la versión elegida.

«Esta nueva arquitectura MMA marca el comienzo de una nueva generación tecnológica […] en términos de química de la batería, eficiencia y el propio tren propulsor», explicó en su momento Ola Källenius, máximo responsable de la empresa. Todavía no está claro si se tratará de un vehículo de tracción delantera o trasera, pero lo que es seguro es que contará con versiones con tracción total 4MATIC.