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Ahora no Permitir

Alemania descarta cortar la electricidad a los cargadores de coches eléctricos en caso de emergencia y apuesta por racionar el uso

Desde el estallido de la guerra de Ucrania, son muchos los agoreros que avisaban de un posible colapso de las redes eléctricas, lo que ha dado la publicación de planes de contingencia que llevaría a los estados a realizar medidas drásticas como el cortar la energía a los cargadores de coches eléctricos. Pero finalmente esto no ha sucedido, y países com Alemania avanzan en el desarrollo de proyectos menos apocalípticos.

Son varios los estados que se ha publicado que tenían planes para realizar cortes de energía programados en infraestructuras como las redes de carga pública e incluso los cargadores privados de coches eléctricos, Suiza, Austria o Alemania, lo que supuso una fuerte polémica que llevó a asociaciones como la potente Asociación de la Industria del Automóvil de Alemania (VDA) a protestar por unos anuncios que calificaban de alarmistas.

Ahora, la Agencia Federal de Redes de Alemania ha confirmado oficialmente que esta idea del gobierno de Robert Habeck se ha descartado, y que desde la VDA se ha calificado como rectificación acertada: «Un cierre completo de la energía de carga finalmente está fuera de la mesa. La obligación de los operadores de red de publicar intervenciones de control directo en la plataforma en línea aumenta significativamente la transparencia para los consumidores”.

La idea ahora es sentar las bases de unos planes de emergencia que permitirá a las autoridades contar co herramientas para limitar el uso de las redes eléctricas.

El objetivo es que en caso de emergencia y como último recurso, poder implementar rápidamente medidas para evitar cuellos de botella en el consumo, y hacerlo manteniendo un suministro básico. Una potencia mínima que se ha establecido en 4.2 kW, lo que permite a los usuarios recargar suficiente autonomía en dos horas para recorrer 50 kilómetros, o recuperar unos 200 km en las 8 horas de descanso nocturno.

La otra parte del proyecto supondrá la puesta en marcha de tarifas flexibles que permitirán como sucede en nuestro país, poder acceder a tarifas más económicas en las horas de menor demanda. Una forma perfecta de incentivar la carga en las horas de menor demanda, y por lo tanto donde menos posibilidades hay de que la red se vea sobrepasada.

Entre los aspectos negativos del proyecto está que el suministrador eléctrico puede llegar a racionar la potencia disponible a una cifra como vemos, que parece a primera vista más que suficiente, 4.2 kW. Pero esta puede llegar a limitar el funcionamiento en aquellas viviendas dotadas de bombas de calor y coche eléctrico, especialmente en los meses de invierno cuando aumenta el consumo.

Algo que hará importante también la planificación de las recargas, así como la elección de las tarifas eléctricas, para evitar tener que acudir a una estación de carga pública con el correspondiente impacto que tiene por sus precios más elevados.

Una situación de incremento de demanda energética por la transición de la movilidad que los expertos indican que hará necesario el fortalecimiento de la resiliencia energética. Esto requiere una mayor inversión en la modernización de la infraestructuras eléctricas para actualizar y mejorar las redes de transmisión y distribución eléctrica en toda Europa.

Los fabricantes afean la propuesta de Suiza de limitar el uso de coches eléctricos durante los apagones

Esto implica reemplazar equipos obsoletos, mejorar la eficiencia energética y fortalecer la resiliencia de la red ante eventos adversos e inesperados, donde jugará un papel cada vez más importante el uso racional de la red, pero también el uso de almacenamiento de energía a gran escala. Una solución clave que supondrá el uso de baterías o sistemas de bombeo, que puedan almacenar la energía generada durante los períodos de alta producción y liberarla durante los momentos de alta demanda.

Un aspecto que ayudará a equilibrar la oferta y la demanda de electricidad, y evitar tener que poner en marcha planes de contingencia dignas de una película de postapocalíptica.

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