En los últimos días estamos siendo testigos de como la ola de calor está barriendo parte de España, y abrasando otras partes del mundo. Algo que también afecta a los coches eléctricos en una pérdida de autonomía, habitualmente centrada en el invierno, pero donde las elevadas temperaturas también tiene su efecto.
Para conocer con detalle el efecto el calor sobre la autonomía de los coches eléctricos, la consultora norteamericana Recurrent Auto ha realizado una investigación para ver en la práctica los efectos de las diferentes temperaturas externas sobre el rendimiento de diferentes coches eléctricos.
La autonomía que pierde tu coche eléctrico con el calor del verano
Para averiguarlo, Recurrent ha analizado los datos de 7.500 coches eléctricos en la búsqueda de la respuesta sobre la autonomía en verano y las preocupaciones subyacentes sobre el impacto del calor sobre la misma.
El aire acondicionado tiene mucho menos impacto negativo en la autonomía de un coche eléctrico que un calentador de resistencia, por lo que en términos generales, la pérdida de alcance será menor que en invierno.
Según los datos, los coches no comenzará a notar esa pérdida de autonomía hasta por lo menos los 30 grados centígrados. Otro dato importante es que la diferencia entre la temperatura ideal del interior, y la temperatura exterior, suele ser menor en verano que en invierno.
Un factor que puede ayudar a mejorar las cifras de consumo durante nuestros desplazamientos, es la preclimatización del habitáculo. Como en invierno, si aprovechamos a climatizar el interior a la temperatura seleccionada cuando el vehículo está todavía conectado al punto de carga, ahorraremos unos kWh.
Traducido a datos, se pueden necesitar entre 3 y 5 kW para que un coche a 35 grados alcance una temperatura agradable, pero solo se necesita alrededor de 1 kW para mantenerlo a 21 grados.
El resultado de las pruebas ha determinado que:
- La pérdida de autonomía a 26 grados: 2,8 %
- La pérdida de autonomía a 32 grados: 5%
- La pérdida de autonomía a 37 grados: 31 %
Pero este es el resultado medio. Luego cada modelo cuenta con un diseño y características propias que hace que el rendimiento en climas de frío o calor sean diferentes.
Por ejemplo, vemos que en el caso de Tesla las diferencias cuando suben las temperaturas son mínimas. El gráfico muestra una línea casi horizontal que supone que la autonomía no se ve impactada cuando aumenta el calor.
Pero otros modelos no son tan eficientes, y por ejemplo, podemos ver como el Nissan LEAF tiene una línea más irregular, con una pérdida de autonomía notable cuando la temperatura exterior sube de 30 grados.
En el caso del Ford Mustang Mach-e, ese cuenta con un sistema más eficiente que además dispone de un sensor que adapta de forma automática el esfuerzo del compresor del climatizador, para ofrecer el mejor rendimiento en cada caso. Algo que le permite mantener la autonomía hasta al menos los 35 grados.
Podéis ver los resultados en los siguientes gráficos, y en la página de Recurrent Auto.
