Los sistemas de bombeo hidráulico son un complemento perfecto a las baterías, y sobre todo, una tecnología ideal para almacenar grandes cantidades de energía procedente de los excedentes renovables. El principal problema es que necesitan unas condiciones de elevación determinadas, que limitan la cantidad de espacios donde poder instalarse, y disparan sus costes. Ahora una alternativa quiere revolucionar el sistema con una propuesta que prescinde del agua en la forma en la que la conocemos.
Esta idea es obra de la empresa británica RheEnergise, que ha desarrollado un nuevo enfoque para el almacenamiento de energía hidroeléctrica por bombeo, con una alternativa capaz de funcionar en pequeñas colinas en lugar de montañas, lo que reduce los costes y amplia sus posibilidades.
En este caso, la propuesta de RheEnergise no usa agua. Bueno, no por sí misma. En su lugar, apuesta por un «fluido de alta tecnología» patentado que llama R-19, que dice que es ambientalmente neutral y 2.5 veces más denso que el agua.
Esta combinación supone añadir un polvo al agua, que se mueve como recordamos en un circuito cerrado, que la transforma en un fluido de alta densidad de aspecto pastoso que además la empresa indica es extremadamente económico.
El resultado es que gracias a este, un salto de bombeo puede generar la misma potencia con solo el 40% de cambio de elevación, utilizando depósitos o balsas con un 40% el tamaño de los sistemas convencionales. Algo que, según los responsables del proyecto, reduce «drásticamente» la cantidad de materiales y los costes de instalación, y por lo tanto los costes operativos del almacenamiento de energía.
El objetivo es crear miles de pequeñas instalaciones de entre 10 y 50 MW, que pueden ofrecer respaldo energético a las redes locales de una forma eficiente y económica.
La propia RheEnergise acaba de firmar un acuerdo con la empresa británica Mercia Power Response, con el objetivo de implementar 100 MW de almacenamiento de energía impulsado por R-19 entre 2024 y 2030 en las conexiones de red actuales y futuras.
Un ejemplo del potencial de esta alternativa es que solo en Reino Unido, la compañía ha identificado más de 6.500 posibles emplazamientos para uno de sus sistemas. Una opción con menor impacto ambiental que los bombeos tradicionales, y que además tienen un coste mucho menor.
Fuente | Merciapr
