El sector del coche eléctrico está en plena fase de crecimiento, pero también está instalado en un estado de confusión respecto a formatos y sistemas de carga. Hay vehículos con diferentes voltajes de su batería, formatos y capacidades. Algo que ha hecho que muchos se pregunten: ¿es posible crear un cargador universal que se adapte a todos? La respuesta es que si, gracias a un avance que acaba de ser patentado.
La realidad es que actualmente los modelos actuales como el FIAT 500e, MG4, Tesla Model 3 y el Mercedes-Benz EQA, por nombrar algunos, funcionan con voltajes de batería de entre 250 y 450 voltios. Por su parte, otros como el Porsche Taycan, el Lucid Air, Hyundai IONIQ 5, IONIQ 6 y el Kia EV6, adoptan sistemas de entre 600 y 800 voltios.
Estos últimos ofrecen la ventaja de reducir sustancialmente los tiempos de carga, e incluso ofreciendo una arquitectura más sencilla que permite por ejemplo, reducir el peso de los vehículos.
Ahora, un grupo de investigadores liderados por Deepak Ronanki y Harish Karneddi han diseñado un cargador capaz de manejar voltajes que oscilan entre 120 y 900 V.
La particularidad de este cargador es su configuración de dos niveles. Está equipado con un circuito frontal de corrección del factor de potencia (PFC), seguido de un convertidor CC-CC reconfigurable. El término «boost-buck» adquiere aquí todo su significado: el cargador puede aumentar o disminuir la tensión según sea necesario.
Las simulaciones realizadas por los investigadores muestran que el cargador puede adaptarse de forma dinámica y segura a cualquier voltaje dentro del arco determinado, y además lo hace con una eficiencia superior al 94%. Algo que le colocan a la altura o incluso por encima de los cargadores tradicionales.
La ventaja de un cargador de este tipo es doble. Por un lado, elimina la necesidad de cargadores específicos para cada vehículo. Este cargador universal podría incluso servir como kit de emergencia, solucionando averías o recuperando baterías afectadas por descargas profundas. Por otro lado, si se planea comercializarlo como unidad interna en los coches, los costes de producción de los cargadores externos podrían reducirse drásticamente.
Ahora es el momento de pasar de la teoría a la práctica. Para ello, el equipo de desarrollo está solicitando la patente de su sistema, para de esa forma iniciar las conversaciones con los fabricantes de cargadores, y comenzar a desarrollar los primeros prototipos.
Además, los investigadores esperan poder ampliar la aplicación de su cargador a otros tipos de vehículos, en particular a las bicicletas eléctricas, pero también a las motos y scooters. Algo que permitiría desarrollar un sistema estandarizado que favorecerá el desarrollo de la movilidad eléctrica.
Fuente | Ieeexplore
