Un informe publicado por Stern, que cita documentos de las autoridades y los servicios de emergencias alemanes, advierte de que la planta de Tesla en Brandeburgo está sufriendo un alarmante número de accidentes laborales graves y muy graves, así como diversos problemas medioambientales que incluso podrían llegar a poner en riesgo el suministro de agua potable en toda la región.
De acuerdo con el estudio de la Oficina Estatal de Seguridad y Salud en el Trabajo, durante mucho tiempo se han producido accidentes en las instalaciones casi a diario: sólo entre junio y noviembre de 2022, Tesla reportó 190 incidentes. La fábrica solicitó una ambulancia o un helicóptero 247 veces durante su primer año operativa, el triple que la factoría de Audi en Ingolstadt.
El director de distrito del sindicato IG Metall para Berlín, Brandeburgo y Sajonia, Dirk Schulze, señala que «esta frecuencia de accidentes laborales no es normal. Mi mayor preocupación es que alguien muera en algún momento». La Oficina Estatal de Medio Ambiente por su parte ha confirmado que en total se han producido 23 accidentes medioambientales desde la inauguración.
El ministro de Medio Ambiente de Brandeburgo, Axel Vogel, descarta la posibilidad de que el agua subterránea debajo del centro haya llegado a ser contaminada. El primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke, ha declarado que el elevado número de accidentes en Giga Berlín «no le eran desconocidos», apostillando sin embargo que él «no es portavoz de Tesla».
Tesla, en el punto de mira de IG Metall
Esta no es la primera vez que Tesla tiene problemas en Alemania debido a su política empresarial. El año pasado, IG Metall afirmó que los problemas a los que se estaba enfrentado la compañía a la hora de contratar nuevos trabajadores se debían a los bajos salarios ofrecidos. Es interesante recordar que Tesla no está sindicada en Estados Unidos.
«(El reclutamiento de Tesla) no está progresando a la velocidad planeada», explicó en su momento Birgit Dietze, jefa regional del sindicato. «Muchas personas estarían interesadas en cambiarse a Tesla, pero finalmente deciden no hacerlo, también porque a veces ganan considerablemente más en sus puestos actuales en otras empresas automotrices».
Irene Schulz, predecesora de Schulze, también hizo saber que la plantilla se queja de que las naves están poco aisladas, por lo que hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno, y de que existen pocos espacios para el descanso. «Según nuestra observación, también falta una cultura de gestión que promueva un debate abierto en la empresa sobre tales preocupaciones de los empleados».
Fuente | Stern
