Ventajas, desventajas y futuro de los coches a hidrógeno, ¿son viables?
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Publicado: 15/09/2023 11:46
Los vehículos impulsados por hidrógeno son ya una realidad, pero no lo es el hecho de que todavía queda mucho camino por delante por recorrer para que este combustible alternativo se convierta en una opción realmente viable.
No cabe duda de que esta tecnología de pila de combustible se puede convertir en una opción seria en el mercado, con interesantes ventajas no solo frente a los actuales vehículos de combustión, también frente a una tecnología eléctrica que no deja de avanzar con el paso del tiempo.
Antes de nada, ¿sabes exactamente lo que es un coche de hidrógeno? Llamados también vehículos eléctricos con pila de combustible, o FCEV, son aquellos que utilizan el hidrógeno como fuente primaria de energía para propulsarse. Este hidrógeno se almacena en tanques de alta presión: su reacción con el oxígeno genera la electricidad necesaria para impulsar el vehículo, que pasa a través de una pequeña batería intermedia.
Dicho esto, analizamos los pros y contras de los vehículos impulsados con hidrógeno.
Ventajas de los coches a hidrógeno
La principal ventaja con la que juegan este tipo de vehículos es clara: no producen emisiones de escape durante la conducción, al igual que un vehículo eléctrico, lo que les aporta esa principal diferenciación respecto a los coches con motor de combustión. La reacción química resultante con el hidrógeno produce electricidad para impulsar el vehículo y, por el otro lado, vapor de agua que se expulsa por el tubo de escape.
Respecto al vehículo eléctrico, su gran ventaja está en el proceso de repostaje del hidrógeno: el procedimiento es muy similar al de un coche de gasolina y diésel, llevando unos 5 minutos la tarea de repostaje en las hidrogeneras. Además, la autonomía es similar a la que plantean los vehículos convencionales.
El hidrógeno es el elemento más abundante del planeta y, aunque no se encuentra de forma libre en la naturaleza, lo convierte en virtualmente inagotable. Su relación peso/volumen es muy baja, y cuenta además con un rendimiento energético considerable.
Se estima que la energía del hidrógeno usa entre el 40 y el 60% de la energía del combustible, con una reducción del 50% en el consumo de combustible. Además, la autonomía de un coche de hidrógeno no se ve afectada por la temperatura exterior, algo que en los eléctricos sí tiene un efecto en su batería y en el proceso de carga, sobre todo las temperaturas extremas.
En España, además, este tipo de vehículos disfruta de todas las ventajas que trae consigo la etiqueta Cero de la DGT.
Desventajas de los coches a hidrógeno
Si bien las emisiones que salen por el tubo de escape, como decíamos, son nulas y nada dañinas, lo que es la producción de hidrógeno a gran escala sí que puede plantear problemas medioambientales, y ese es uno de los principales motivos por los que este combustible alternativo no termina de asentarse.
Según Pirelli, por cada kg de hidrógeno se producen hasta 10 kg de CO2: y es que para la producción de este hidrógeno se utiliza una cantidad importante de combustibles fósiles. Es cierto que se pueden utilizar energías renovables para su producción, pero actualmente es un procedimiento mucho más caro. El hidrógeno en sí todavía no es ambientalmente viable para producirlo en masa.
La otra gran desventaja de esta tecnología, algo similar a lo que sucede con los coches eléctricos –pero a mayor escala–, es la práctica escasez de puntos de recarga de hidrógeno. En España actualmente se cuentan únicamente 8 hidrogeneras de acceso público, y la cifra a nivel mundial apenas alcanza las 400 estaciones de recarga. Aquí, los precios de los repostajes no son nada baratos, pudiendo encontrarnos en la situación de gastar hasta 120 euros por un depósito completo.
Si bien los depósitos de gas son ligeros, sí son muy voluminosos, lo que al final el tamaño del vehículo determinará la autonomía total por estar limitados al espacio disponible. La propia tecnología que utiliza hace también que este tipo de vehículos sean más pesados de lo habitual.
Por último, nos encontramos con una variedad muy pequeña de modelos impulsados a hidrógeno, los cuales a su vez son más caros. Sus precios, que fácilmente superan los 50.000 euros, hacen que su compra sea una inversión importante.
El Toyota Mirai, cuya primera generación salió a la venta en 2015, se vende en España actualmente desde los 65.000 euros, con un peso que roza las 2 toneladas y una autonomía de 650 kilómetros. El Hyundai Nexo es otra de las opciones en el mercado español, a la venta por 69.000 euros.