Hasta 120 euros por repostar el depósito de un coche a hidrógeno

Para muchos, el coche a hidrógeno era la solución a nuestros problemas de movilidad, al ofrecer vehículos sin emisiones, pero capaces de recorrer largas distancia y repostar en prácticamente el mismo tiempo que un modelo con motor de combustión. Pero lo que no nos han contado sobre esta alternativa es que además del elevado precio de los vehículos, también hay un elevado coste del propio hidrógeno que supone enfrentase a unas facturas incluso por encima de los modelos diésel o gasolina.

Así lo podemos ver en la imagen que ha compartido nuestro amigo Jose Gallego, de la cuenta Un Gallego en Munich (@JdeLorenz) donde podemos ver los precios de una estación de servicio donde podemos distinguir tanto el precio del, diésel (1.72 euros el litro) gasolina (1.70 euros el litro) y un poco más abajo podemos ver el precio del hidrógeno, que asciende a 2.39 euros cada 100 gramos.

Si tomamos como referencia nuestra prueba con el Toyota Mirai que hemos realizado el año pasado, y donde hemos tenido un consumo medio de 1.2 kilos cada 100 km, esto supone según las tarifas de esta estación un precio de 28.68 euros cada 100 km.

Por su parte, si queremos un «lleno por favor», entonces veríamos como el surtidor llegaría a los 5 kilos que tiene como capacidad el Mirai, lo que nos proporcionaría una autonomía de 500 kilómetros, pero con un coste de 120 euros.

La cuestión es que el precio de repostar un coche a hidrógeno es tremendamente dispar según donde lo hagamos, y mientras que en Austria esta estación vende el kilo a 24 euros, en otros lugares puede encontrarse por debajo de los 10 euros/kilo. Algo que puede tener explicación en factores como la forma de producción, los acuerdos de las distribuidoras, las ayudas públicas…etc.

El problema es que el cliente que tenga un coche a hidrógeno en una zona donde los precios sean altos, no se podrá consolar con que en otro sitios es más barato.

El hidrógeno verde no baja de precio

Otro inconveniente es que el hidrógeno verde, el procedente de las energías renovables, está teniendo muchos problemas para bajar de precio. Algo que esta semana ha avisado la propia Comisión Europea.

Según leemos en El Periódico de la Energía, este vector energético se enfrenta a problemas como los elevados costes energéticos para su producción, y el factor de carga. Retos que hace que no se logre bajar de los 2.5 euros el kilo en su producción.

Luego hay que transportarlo, algo que la propia Comisión Europea indica será un problema ya que no se podrán usar los gasoductos actuales y habrá que crear una red de distribución específica, y finalmente añadir los márgenes comerciales.

Un hidrógeno verde que necesitará un fuerte despliegue de energías renovables, principalmente la eólica. Una fuente que según la Comisión, le permitirá lograr un factor de carga del 50%, que le colocarán muy por encima de una solar fotovoltaica que se queda en apenas el 25%.

Algo que se traduce en que la producción más rentable se logrará en las zonas con grandes parques eólicos marinos, como el Mar del Norte. Por lo que el sur de Europa verá como el coste de producción seguirá siendo alto, lastrado precisamente por la dificultad para su transporte.

Un modo de operación que según Europa, necesitará ayudas públicas por parte de los diferentes gobiernos para lograr una economía de escala potente, suficiente como para bajar los costes de producción.

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