Tradicionalmente, en los coches con motor de combustión, el aspecto clave a la hora de valorar la compra de un coche usado era el número de kilómetros en su marcador. Pero con el coche eléctrico esto ha cambiado, y la salud de la batería es tanto o más importante. Un aspecto que no tiene la atención necesaria por parte de los vendedores.
No hablamos solo de que tener un análisis del estado de la batería sea importante para las ventas de coches usados, sino que esto también tiene su efecto directo en las ventas de coches nuevos. Si no hay un mercado de ocasión sano, no habrá un mercado de modelos a estrenar de gran volumen.
Y es que hablamos de un elemento, la batería, que supone entre un 40 y un 50% del valor del vehículo, y su estado depende en gran medida de como haya sido tratada por su anterior o anteriores propietarios. No es lo mismo un modelo con una determinada cantidad de kilómetros con su batería al 90%, que uno con el mismo kilometraje y con el 70% de capacidad.
Esto ya está teniendo su efecto en el propio mercado de segunda mano, que el año pasado ha visto como los precios han bajado un 23% de media, frente al 7% de caída del mercado general. Algo que tiene que ver con diversos factores, como la recuperación de la cadena de suministro, cuyo colapso tras la pandemia frenó la producción y disparó los precios de coches nuevos y de segunda mano.
Una corrección que ha afectado más a los eléctricos, también supeditados precisamente a las preocupaciones sobre el estado de la batería, que no recibe el correcto tratamiento por parte de los vendedores.
Según indica Reuters, hay casos como el de un comprador austríaco, que decidió lanzarse a por un económico Tesla Model S del 2014, que con 240.000 km en su marcador no atraía la atención de la mayor parte de los compradores a pesar de sus apenas 31.000 euros de precio.
Pero usando un sistema de análisis del estado de la batería, descubrió que esta todavía estaba al 90%, con una estimación de autonomía de 412 km a plena carga, frente a los 456 km que ofrecía cuando se estrenó.
Ahora nos acercamos a un 2024 donde muchos coches eléctricos llegarán al mercado de ocasión procedentes del final de los contratos de renting o leasing firmados en 2021. Un año donde se matricularon en Europa 1.2 millones de coches eléctricos puros (BEV) que nutrirán de forma importante un mercado de ocasión que recibirá una buena cantidad de nuevas propuestas.
Algo que hace más importante todavía que los vendedores se tomen en serio el aspecto del análisis de las baterías, y ofrezcan esta información de forma visual dentro de la descripción de sus modelos. Año, kilometraje, y estado de la batería.
Tres datos que deberían ser clave no solo en la venta, sino también debería ser requerido por parte del comprador antes de tomar la decisión.
