La caída de los precios de los módulos fotovoltaicos no frena su velocidad, y según las últimas predicciones, en 2024 lograrán romper la barrera psicológica de los 10 centavos de dólar por vatio a nivel global.
Así lo ha indicado en una conferencia el Director del grupo de Expertos Climate Energy Finance (CEF) Tim Buckley, que ha confirmado que la evolución de los costes de producción mayoristas estaban cayendo mucho más rápido de lo estimado inicialmente, y que a finales de 2024 se lograrían cifras inicialmente previstas para 2030.
La razón de esta predicción está en factores como la expansión de la producción, incentivada por eventos como la salida de la pandemia y la guerra de Ucrania, que ha recordado a todos la necesidad de una cadena de suministro y seguridad energética, particularmente en términos de dependencia de energía importada. Factores que dispararán el número de pedidos hasta alcanzar las entre 600 GW y 1 TW ya para finales de esta década.
Otro factor que está ayudando a aumentar el optimismo, y reducir los costes, es el reciente acuerdo entre los presidentes de China y Estados Unidos, que se han propuesto colaborar para triplicar las cifras de energías renovables en todo el mundo antes de 2030.
Ante estas perspectivas, las empresas están fortaleciendo su capacidad de producción, lo que a corto plazo puede suponer contar con una capacidad solar instalada que indican podría alcanzar los 2 TW en 2025.
La pregunta es qué impacto tiene esto en los precios actuales. Por ejemplo, si echamos un vistazo a los distribuidores locales, vemos que de media podemos hacernos con un kit, contando solo material y sin contar mano de obra, de unos 6 kW, 14 paneles de 450W, inversor de 6 kW, por un precio de unos 3.890 euros.
Si queremos añadir batería a nuestro conjunto, entonces encontramos kits de 5 kW, inversor híbrido de 5 kW, batería de 10 kWh, todo con unos precios en torno a los 5.300 euros.
Algo que nos indica que contamos con unos precios de producción y mayoristas cada vez más competitivos, pero tal vez todavía no se han reflejado las fuertes caídas de costes en los precios finales al consumidor. Unos precios que los expertos indican pueden llegar a descender un 40% en los próximos 12 meses, lo que supondrá contar con unas instalaciones y una energía cada vez más barata, y limpia.
