El alemán Hansjörg von Gemmingen-Hornberg, ha logrado alcanzar un hito llamativo, y es que su Tesla Model S del año 2014 ha recorrido 1,9 millones de kilómetros. Eso si, un recorrido plagado de problemas, principalmente en el aspecto del motor.
Estos casi dos millones de km en nueve años ha supuesto que el propietario ha recorrido una media de nada menos que 210.000 kilómetros al año. Un tiempo donde ha podido visitar casi toda Europa, Marruecos, China…
Este propietario ya tenía un Tesla en su garaje, un Roadster, con el que llegó a recorrer algo más de 640.000 km, antes de que en 2014 se comprase un Model S de segunda mano, con 30.000 km en su marcador.
Una primera generación de la berlina americana que mostró algunas debilidades en cuanto a la durabilidad de su motor trasero, algo de lo que este modelo no ha sido ni mucho menos inmune.
Durante los casi dos millones de kilómetros, el motor trasero de este Model S fue reemplazado 13 veces. Esto quiere decir que en los 9 años de vida, incluyendo el motor original, se han utilizado un total de 14 motores.
Uno de los aspectos más curiosos es que la mayoría de los motores retirados de esta unidad han sido reacondicionados, pero como Tesla no conocía el problema real en ese momento, no pudo reparar los motores de manera efectiva, lo que provocó que algunos motores de reemplazo volviesen a fallar al poco tiempo. Algo que ha provocado ese elevado número de sustituciones.
En cuanto a la batería, su rendimiento es mejor que el del motor, y según los datos que ha publicado el propietario, en todo este tiempo «solo» ha necesitado tres cambios de batería. Algo que nos indica que cada una ha durado una media de 643.000 km. Una cifra bastante buena para ser una primera generación.
Por lo demás, el coche parece mantener en buen estado el resto de componentes, aunque nos falta conocer como están aspectos clave, como los frenos, suspensiones…etc.
La conclusión es que incluso esta primera generación del Model S ha logrado recorrer una cantidad de kilómetros bastante elevada, y ha permitido a Tesla acumular experiencia en el desarrollo y reparación de sus motores eléctricos. Algo que debería dar como resultado unas nuevas generaciones más duraderas y más fiables.
