El coche eléctrico ya va camino de dominar Europa en 2035, aunque los políticos no se pongan de acuerdo

Estos días se están escuchando ruidos de sable en Europa a raíz de la propuesta de prohibir las ventas de nuevos coches con motor de combustión a partir de 2035. Una medida que ha sido rechazada por Alemania o Italia, y que ha llevado a soluciones imaginativas como promocionar los combustibles sintéticos. Pero según los datos, en 2035 apenas se venderán un puñado de coches con motor de combustión en el mundo.

Según los datos del proveedor líder de datos y análisis para la industria energética, Enverus, indican que los coches eléctricos y los industriales ligeros representarán el 65% de las nuevas ventas a nivel mundial para 2030, y ocuparán el 85% del mercado en 2035.

De confirmarse, y tomando como referencia los datos de ventas de 2022, supondría que de los 11.2 millones de coches que se han matriculado en Europa el pasado año, los modelos diésel, gasolina, híbridos e híbridos enchufables tendrán unas ventas de apenas 1.6 millones de unidades ese año y una cuota de solo el 15% a repartir entre todas las tecnologías.

El informe también pronostica que el cambio hacia los vehículos eléctricos tendrá su impacto en el consumo de petróleo, y de confirmarse los pronósticos de implantación se dejarán de consumir 2,7 millones de barriles de petróleo por día para 2030 y hasta 5,2 millones de barriles de petróleo por día para 2035.

Para contextualizar, podemos ver que en total entre las principales potencias mundiales y que han sido las que se han tenido en cuenta para el informe, Estados Unidos, Europa y China, su consumo diario de petróleo es de aproximadamente 18 millones de barriles por día. Esto supone que para 2035, el coche eléctrico desplazará cerca del 30% de este consumo en los tres grandes bloques económicos.

Estas predicciones se ven refrendadas en unos datos que muestran que el crecimiento de las cuotas de ventas de los coches eléctricos en Europa y China está superando las expectativas, mientras que en Estados Unidos se han quedado algo rezagadas aunque las últimas medidas de la administración Biden están disparando las cifras.

El precio del litio, una de las claves

Entre las razones para el optimismo está la cuestión del coste de los materiales que dan forma a motores eléctricos y baterías. Esta semana veíamos como el precio del litio se derrumbaba en los últimos meses al calor de la cada vez mayor producción. Algo similar a otros componentes como el cobalto y el cobre, empujados por nuevas alternativas más económicas, como las baterías LFP o las de sodio, que están ayudando a bajar los precios de producción de los eléctricos.

En todo el mundo, los vehículos eléctricos representaron alrededor del 10% de las nuevas ventas en 2022, según Enverus. En los Estados Unidos, casi el 6% de las ventas nuevas fueron vehículos eléctricos, en comparación con el 3,2% en 2021, informó The Wall Street Journal en enero. Un mercado que es ahora mismo el que mayor proyección de crecimiento tiene después de unos años de estancamiento.

En Europa, en 2022 los coches eléctricos se han hecho con el 12,1% de la cuota de mercado total entre los 27 países que contabiliza la ACEA. Cifra que podemos comparar con el 9,1% logrado en 2021, o el 1,9 % en 2019.

Por su parte China va a otro ritmo y ya vuela con unas cifras abrumadoras. En febrero se han matriculado en el mercado chino 438.000 coches eléctricos e híbridos enchufables. Esto se traduce en un crecimiento del 59%, con unas ventas acumuladas en los dos primeros meses del año de 770.000 unidades. Un 23% más que el pasado año a estas alturas en un mercado donde según el gobierno chino, los modelos NEV, que incluye eléctricos a batería e híbridos enchufables, acumulan el 30% de las ventas totales.

Señales que nos indican que el discurso de los combustibles sintéticos y la lucha contra la prohibición de las ventas de modelos de combustión en 2035 es un discurso estéril, ya que el mercado se está inclinando hacia una tecnología. Y los que se resistan al cambio, simplemente se quedarán atrás económica e industrialmente.