El Volkswagen ID.1 podría ser la tabla de salvación de SEAT, sirviendo como base para el futuro Ibiza eléctrico

El año pasado, SEAT S.A. logró salir de los números rojos, logrando un beneficio de 68 millones de euros. Esto se consiguió principalmente gracias a la buena marcha de la marca CUPRA, que despachó casi 153.000 automóviles; es decir, un 93% más que en 2021. SEAT, la otra firma de la empresa, se conformó con algo menos de 233.000 vehículos, un 40% menos.

Los principales modelos de SEAT experimentaron fuertes caídas: Ibiza (-46%), Arona (-33%), León (-52%) y Ateca (-21%) vieron sus números resentirse. Para ser justos, esto se debió a que, a raíz de la crisis en el suministro de semiconductores, se decidió dar prioridad a la fabricación de las más rentables propuestas de CUPRA, lo que explica la caída en picado de SEAT.

Con los problemas de disponibilidad de chips parcialmente resueltos, tanto el Ibiza como el Arona han recuperado parte de su impulso durante los primeros compases de 2023. A pesar de todo, los medios internacionales están comenzando a hacerse eco de lo que es un secreto a voces: SEAT podría desaparecer como fabricante de automóviles a corto plazo, siendo sustituida por CUPRA.

Wayne Griffiths, CEO de la compañía, confirmó esta semana que por el momento SEAT seguirá centrándose en los motores de combustión interna y la micromovilidad eléctrica. «Estamos trabajando en una estrategia de micromovilidad para construir un vehículo de cuatro ruedas [el cuadriciclo Minimó], las decisiones sobre la futura electrificación de [los automóviles de] la marca SEAT se tomarán en una fecha posterior. No podemos electrificar ambas marcas [SEAT y CUPRA] a la vez».

La continuidad de SEAT, en entredicho

Dado que SEAT tiene de media los clientes más jóvenes del Grupo Volkswagen, se quiere aprovechar dicho target para desplegar una oferta de patinetes, motos y cuadriciclos cero emisiones, ya que la cúpula de SEAT S.A. considera que la electrificación todavía es demasiado costosa para los coches de corte económico en los que está especializada la marca. Un nicho del mercado que además corre peligro debido a su baja rentabilidad y al cada vez más elevado precio de los automóviles nuevos.

Sin embargo, el anuncio del desarrollo del Volkswagen ID.1 podría abrir la puerta a la posible supervivencia de SEAT. Este modelo será un coche eléctrico con un precio de partida inferior a los 20.000 euros. Aunque CUPRA tendrá su propia versión del ID.2 denominada Raval, el enfoque premium y deportivo de la joven firma española no casará con un vehículo low-cost como el ID.1.

Dado que el Ibiza todavía sigue teniendo buena demanda en países como Alemania, Austria, España y Reino Unido, su relanzamiento como derivado del ID.1 tendría todo el sentido del mundo, pues encajaría con el enfoque urbano, joven y asequible de la oferta de microvehículos de SEAT. Algo similar ocurriría con Skoda, que aparentemente también tendrá su propia versión del modelo de Volkswagen.

No debemos perder de vista los rumores que indican que el nombre definitivo del ID.1 podría ser ID. Polo. Tanto el SEAT Ibiza como el Skoda Fabia llevan cuatro generaciones siendo hermanos del Volkswagen Polo, por lo que continuar con dicha tradición sería una estrategia acertada de cara a cubrir la mayor cantidad posible de mercado.