Hasta hace poco, buscar un renting de un coche eléctrico suponía enfrentarse a un coste mensual desproporcionado respecto a los coches con motor de combustión. Una fórmula muy interesante para los que quieran disfrutar de un eléctrico, pero sin las preocupaciones de la evolución de la tecnología y su impacto en el valor residual del vehículo, pero lastrado en este caso por los elevados costes. Pero algo está cambiando, y cada vez hay ofertas más interesantes.
Un ejemplo lo encontramos en la guerra de precios que se ha desatado en Alemania desde la sorprendente noticia de que el gobierno retiraba las ayudas a la compra de coches eléctricos. Algo que ha iniciado una tendencia positiva que tiene como resultado ofertas de renting de derribo.
Una de las razones de estas tarifas tan bajas está en que muchos fabricantes han matriculado miles de unidades para cumplir con las cuotas de emisiones de 2023, lo que ha provocado un aluvión de registros en la última parte del año, en unidades que ahora tienen que lograr dar salida.
Como la venta a pérdida está prohibida, los fabricantes han apostado por el renting de bajo coste para sacarse de encima unidades nuevas, pero también algunas de demostración que logran los precios más bajos.
Por ejemplo, los clientes particulares pueden llevarse a casa un Dacia Spring con una cuota de apenas 99 euros al mes. Esto asociado a un contrato básico de 36 meses y con un límite de apenas 5.000 km al año. Si queremos un contrato de 48 meses, y 15.000 km al año, entonces la cuota sube hasta unos más que razonables 110 euros mes, impuestos incluidos.
Por 164 euros al mes podemos optar por una propuesta algo más grande y de mayor autonomía, el Hyundai Kona en su versión de 48 kWh y 300 km WLTP. De nuevo una tarifa básica de 36 meses y 5.000 km, que sube hasta los 213 euros al mes en un contrato de 36 meses y 15.000 km al año.
También destacable la oferta que por 164 euros al mes podemos llevarnos un Volkswagen ID.3 en su versión de 58 kWh, 429 km WLTP, en un contrato de 24 meses y con un limite de 10.000 km año.
¿Por qué el renting puede ser una buena idea?
Muchos pensarán que con el renting, estarán pagando una buena parte del valor del coche para tener que devolverlo al final del contrato.
Pero en este caso hay que tener en cuenta variables, empezando por el incierto valor residual de los coches eléctricos en los próximos años. Unos años donde, como hemos visto hasta ahora, la tecnología ha evolucionado de forma constante. Por lo que los clientes no se exponen al riesgo de pérdida de valor del vehículo como si lo hacen al adquirirlo en propiedad.
También recordar, que normalmente en los sistemas de renting se incluyen costes fijos, como el seguro, los impuestos, los mantenimientos, y en muchos casos, incluso la sustitución de los neumáticos. Algo que eleva la factura financiera en un préstamo convencional donde el cliente tiene que afrontar todos esos gastos.
Ahora queda por ver si esta verdadera guerra de precios que se ha desatado en Alemania se expande también en otros mercados, donde el coste del renting sigue siendo muy alto, a pesar de las recientes bajadas de precios de los coches nuevos.
