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Un estudio afirma que el interés por el coche de combustión vuelve a crecer frente al eléctrico

La consultora y auditora Deloitte ha realizado un estudio basado en la opinión de 27.000 consumidores de 26 países. En él se llega a la conclusión de que el interés por el coche eléctrico se desinfla en mercados importantes como el estadounidense y el alemán.

Un estudio recientemente publicado parece consolidar la corriente de opinión de varios actores protagonistas de la industria automotriz de que el mercado del coche eléctrico comienza a mostrar signos de fatiga.

Dicho documento ha sido elaborado por la prestigiosa empresa Deloitte, que presta servicios de auditoría, consultoría y servicios legales en todo el mundo. Para su elaboración, han consultado a 27.000 consumidores de 26 países.

El coche eléctrico se debilita en Estados Unidos y Alemania

El Estudio Global de Consumidores Automotrices 2024 elaborado por Deloitte llega a algunas conclusiones interesantes relativas al coche eléctrico y los diferentes criterios de compra.

La primera es que el interés por el vehículo eléctrico muestra signos de debilidad, generando un creciente interés de los consumidores por el coche de combustión. Esto último es especialmente visible en Estados Unidos (67 % frente al 58 % en 2023), el Sudeste Asiático (52 % frente al 50 %) y Alemania (49 % frente al 45 % en 2023).

Según Deloitte, las altas tasas de interés y los elevados precios pueden estar provocando que el atractivo de los coches eléctricos se debilite en algunos mercados.

Muchas dudas relativas al coche eléctrico tienen relación con la recarga.

A pesar de los recortes de precios de los fabricantes de automóviles y los incentivos gubernamentales diseñados para hacerlos más asequibles, una variedad de otros desafíos continúan siendo un obstáculo, incluida la llamada Range Anxiety, el tiempo de carga y la disponibilidad de la infraestructura de carga.

«La desaceleración del desarrollo de los vehículos eléctricos aún no es muy visible en Europa, donde las ventas han registrado importantes tasas de crecimiento anual, al menos para los modelos híbridos y de batería (37 % y 30 % en 2023 respecto a 2022)», según recuerda Deloitte basándose en datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).

«Sin embargo, en el último mes del año pasado asistimos a una reducción del ritmo, posiblemente influenciada por el mercado alemán, donde se nota un cambio de tendencia hacia los coches con motor de combustión interna», afirma Ciprian Gavriliu, de Deloitte Rumania.

El precio y otros factores para elegir coche nuevo

El estudio también llega a la conclusión de que, en los mercados desarrollados como Alemania, Japón y Estados Unidos, el precio es el factor principal a la hora de elegir de la marca del próximo automóvil para los consumidores, con porcentajes que oscilan entre el 55 % y el 59 %.

Por otro lado, en India y el Sudeste Asiático, la calidad del producto es prioritaria, con un porcentaje del 65 % y el 62 %, respectivamente. Mientras tanto, en China y Corea del Sur, el rendimiento del vehículo lidera la lista de criterios de compra, con un 53 % y un 55 % de los encuestados, respectivamente.

Los compradores de vehículos eléctricos se ven influenciados por el menor coste de carga en naciones como Estados Unidos (66 %), Japón (62 %) y Alemania (50 %), además de preocupaciones ambientales y menores gastos de mantenimiento en lugares como India (68 % y 56 %, respectivamente).

Los datos recopilados sobre vehículos eléctricos ponen de manifiesto preocupaciones comunes como el tiempo de carga, la autonomía, el precio y los costes de sustitución de la batería.

La mayoría de los consumidores encuestados también muestran preocupación por el impacto ambiental de las baterías, lo que subraya la necesidad de prácticas sostenibles en su uso y reciclaje. Además, el compromiso de las marcas con la sostenibilidad es valorado por los consumidores en diferentes regiones.

Por último, la disposición a pagar por características tecnológicas de conectividad varía entre diferentes mercados, siendo más alta en países como India, China y el Sudeste Asiático, y más baja en países como Alemania, Japón y Estados Unidos.

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