Los puestos de trabajo de los proveedores, en riesgo ante el ascenso de los coches eléctricos, advierten los expertos
La llegada de los vehículos eléctricos y su expansión en el mercado automovilístico mundial puede hacernos pensar, y con razón, que pueda ayudar a generar un buen puñado de puestos de trabajo en la industria. Y además, muchos de ellos con necesidad de trabajadores cualificados, pensando sobre todo en lo que a producción de motores eléctricos y baterías se refiere.
Sin embargo, algunos expertos ponen la voz de alarma, concretamente en Alemania. Allí, se advierte que los empleos de los proveedores germanos caigan una cuarta parte para el año 2030 por las dificultades que puedan encontrar en los próximos años, muchas más que los fabricantes. ¿El motivo principal? La tendencia a la contratación interna entre, justamente, las marcas.
La industria automovilística alemana ha caído un 6% en los últimos cuatro años en materia de empleo. Una caída porcentual que fue todavía mayor entre los proveedores, pero aún más todavía en lo que a producción de coches se refiere: un 12% menos, quedándose en los 4,1 millones de coches fabricados en 2023.
El sector de los proveedores, en peligro
Por su parte, la industria de los proveedores de componentes de la industria automovilística alemana, país de referencia en el sector a nivel europeo, llegó a emplear unas 310.000 personas antes de la pandemia. Ahora, se emplean a unas 270.000 personas en la actualidad, pero al final de la década la cifra podría caer a 200.000, según ha advertido Frank Schwope, profesor de economía del automóvil en la Universidad de Hannover.
El gigante alemán Bosch, por ejemplo, ya ha anunciado el despido de 1.500 trabajadores en dos de sus fábricas en el país para este 2024. Los motivos esgrimidos son, precisamente, la adaptación a los procesos de suministro de los coches eléctricos que, en comparación con los vehículos de combustión, precisan de menos piezas. Continental, por su parte, despedirá a más de 7.000 personas hasta el 2025.
Schwope espera más caídas todavía y advierte: «Es probable que el número de empleados en Alemania disminuya aún más debido a la transición a la movilidad eléctrica. Incluso si se crean nuevos puestos de trabajo en áreas como el desarrollo o la producción de baterías, estos no podrán compensar la pérdida de otros puestos de trabajo».
Esta tendencia puede traducirse en otra adicional. Manuel Kallweit, economista jefe de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística, avisa que todavía existe una escasez de trabajadores cualificados, y se espera que siga habiéndola en los próximos años. De esta forma, en la medida que se eliminen puestos de trabajo, los afectados podrían a pasar a ser asignados a otras tareas.
«Ya no se consideran automáticamente proveedores de automóviles tradicionales, pero siguen fabricando componentes para vehículos». En este constante, no obstante, se advierte que las pequeñas empresas proveedoras de componentes pueden llevarse la peor parte, y pide que se vigilen a las pequeñas y medianas empresas.
«Si se vuelve a capacitar a un empleado para que se convierta en ingeniero de software, existe el riesgo de que el empleado busque un trabajo en un empleador más grande y solvente y la empresa mediana tenga que pagar los costos. Las empresas más pequeñas no pueden permitírselo. Es necesario brindarles más apoyo en la cualificación y reciclaje de sus empleados», remata Kallweit.
Fuente | Automotive News Europe