No, la carrocería de la Tesla Cybertruck no se oxida… pero requiere mucho mantenimiento

La peculiar carrocería de la Tesla Cybertruck sigue haciendo correr ríos de tinta. Más allá de su angulosa estética, que no deja a nadie indiferente, la pick-up eléctrica está provocando más de un dolor de cabeza al fabricante debido a la dificultad para escalar su producción; además, no son pocos los analistas que advierten de que sus rígidos paneles de acero inoxidable podrían resultar peligrosos en caso de accidente.

En los últimos días, a estas polémicas se ha sumado una nueva, pues algunas unidades han comenzado a mostrar manchas naranjas tras ser expuestas a la lluvia. A pesar de la preocupación de los usuarios, un ingeniero de la marca ha desmentido que se trate de óxido prematuro, algo que ha sido confirmado por el propio Elon Musk, CEO de Tesla.

«El acero inoxidable es reactivo y el hierro libre que se deposita sobre él se oxida», ha explicado Wes Morrill en su cuenta X. «Se trata sólo de contaminación superficial y se puede limpiar fácilmente». En realidad, este punto está recogido en el manual de usuario de la camioneta. Para limpiar la carrocería es necesario utilizar un limpiador de acero inoxidable como el que se usa en algunas cocinas.

Aunque se trata de un problema cosmético que no compromete la integridad del vehículo, lo cierto es que muchos usuarios están criticando lo difícil que resulta mantener limpios los paneles exteriores, ya que no cuentan con una capa protectora de pintura o laca como la del resto de automóviles del mercado.

¿Un material difícil de mantener limpio?

«Para evitar daños en el exterior, elimine inmediatamente las sustancias corrosivas (como grasa, aceite, excrementos de pájaros, resina de árboles, insectos muertos, manchas de alquitrán, sal de carreteras, residuos industriales, etc). No espere hasta que la Cybertruck necesite un lavado completo«, reza el antes mencionado manual de usuario.

Tesla ofrece la posibilidad de cubrir la carrocería de vinilo, si bien no es una opción precisamente asequible: los tonos blanco, negro y gris cuestan 6.000 dólares, mientras que el azul y el «oro rosa» se van a 6.500 dólares. Estas tarifas incluyen el coste de la instalación, así como la cesión de un vehículo de sustitución por parte del servicio oficial. En un principio, esto debería solucionar de un plumazo los problemas antes descritos, evitando que el acero inoxidable adquiera un tono anaranjado por la falta de mantenimiento.

Fuente | Automotive News Europe