Avistado el coche eléctrico asequible de NIO, que llegará a Europa por debajo de los 30.000 euros y con cambio de batería

El fabricante chino NIO está ultimando el lanzamiento de su nueva marca. Conocida con el nombre provisional de Firefly, esta división tendrá como objetivo el mercado europeo, y además lo hará de la mano de una gama con precios razonables. Una propuesta que ha sido avistada durante sus últimas pruebas en China.

El objetivo de NIO con Firefly es lanzar coches eléctricos compactos, económicos, pero llenos de tecnología. Además, también han enfatizado en que su diseño tendrá en cuenta los elevados estándares de seguridad de Europa, donde aspiran a lograr las cinco estrellas en los test de impacto.

El nuevo modelo tiene una apariencia de carrocería relativamente lisa y anticipa un aspecto moderno y minimalista. En las últimas fotos podemos ver que NIO prescindirá del sensor Lidar en el techo, que debería ser sustituido por una alternativa más económica, mientras que en la trasera vemos la presencia de un alerón más grande.

De momento no hay datos sobre el mismo, pero podemos ver que se trata de un SUV compacto del segmento C, que debería rondar los 4.2 metros de largo. Por lo tanto, se colocará ligeramente por debajo del Hyundai Kona, que en su nueva generación llega a los 4.35 metros.

Entre las opciones no faltará su compatibilidad con los sistemas de cambio de batería. Una opción que se está expandiendo en Europa, esperan tener 120 estaciones este año. Una red que permitirá a medio plazo poder hacer grandes desplazamientos con mínimas paradas.

Se espera que su precio en Europa esté por debajo de los 30.000 euros, y su lanzamiento, en China, comenzará en el último trimestre de este mismo año. Algo que nos indica que su presentación oficial no podrá demorar más allá del verano, cuando conoceremos todos los detalles de este nuevo protagonista que debería llegar a Europa a principios de 2025.

Una propuesta que tendrá que poner sobre la mesa una oferta mecánica mínima para lograr hacerse un hueco, con un motor que no debería bajar de los 125 kW, y una batería de al menos 50 kWh, o 400 km de autonomía WLTP.