El Polestar 2 es un ejemplo de la enorme depreciación que están teniendo los coches eléctricos nuevos

No corren buenos tiempos para Polestar. La antigua división deportiva de Volvo ha sido convertida por el grupo Geely en una marca propia destinada a competir en el segmento de los coches eléctricos premium. Un extraño movimiento al tener a Volvo ya en ese apartado, además de otras marcas propias como Zeekr. Algo que parece estar empezando a pasar factura con unas acciones que se han derrumbado y unas ventas estancadas.

El pasado año, Polestar logró entregar un total de 54.600 unidades, con un crecimiento del 6%. Pero las cuentas no cuadran y la marca se ha convertido en una fuente de pérdidas para sus principales accionistas, Volvo y Geely, que han visto como las acciones se han derrumbado un 79.8% en un año.

A pesar de esto, los socios mantienen su apuesta, aunque con algunos cambios como una reducción de la fuerza laboral y la inversión de Polestar, que tiene que reducir sus gastos de forma urgente para no quedarse sin combustible.

También necesitan lanzar y promocionar sus nuevas propuestas, como el Polestar 3 y 4, que están llamados a aumentar los márgenes de ventas.

Depreciación del Polestar 2

Pero las últimas noticias tampoco son muy alentadoras, y por ejemplo, la empresa de alquiler Hertz ha cancelado el gran pedido que había hecho a Polestar.

Todo esto, sumado a la guerra de precios que ha estallado el pasado año, está afectando al valor de los modelos de segunda mano de un Polestar 2 que en Estados Unidos ha visto como su precio bajaba de forma más que importante.

Por ejemplo, podemos ver en las principales webs de ventas de coches de ocasión unidades Long Range RWD del 2021, con apenas 50.000 km en su marcador, con precios desde 24.999 dólares. Algo que supone un 50% de depreciación en apenas dos años y medio.

Es por esto que según los analistas, Polestar no debería cotizar en el mercado bursátil de forma independiente. Se estima que la compañía necesitará una inyección de 1.000 millones de dólares adicionales para poder mantenerse a flote durante los próximos 12 meses.

Un Polestar 2 que en España cuenta con precios desde 52.900 euros para la versión Standard de batería pequeña (546 km WLTP) y variante de tracción trasera con batería de mayor capacidad, 655 km WLTP, que arranca en los 55.600 euros.

Esto le ha situado en un terreno a medio camino entre las propuestas de Tesla, con un Model Y que ha bajado de forma sustancial sus precios hasta los 42.990 euros de la Standard, 455 km WLTP, y los 49.990 euros de la Long Range Dual Motor (533 km WLTP) y otros como el BMW i4, que arranca en los 57.350 euros en su versión más económica, 483 km WLTP, y los 64.650 euros del modelo eDrive40, con 589 km WLTP.