Iván Espinosa, el mexicano que tendrá que liderar la resurrección de Nissan

Nissan ha anunciado el nombramiento de Iván Espinosa como su nuevo CEO, efectivo a partir del 1 de abril. Un cambio en lo más alto de la cúpula, donde dejará su lugar Makoto Uchida, después de la nefasta dirección tomada por el fabricante bajo su mando. Espinosa, de nacionalidad mexicana, se convierte en el primer latinoamericano en liderar la compañía japonesa a nivel global.

Trayectoria de Iván Espinosa

Espinosa inició su carrera en Nissan en 2003 como especialista de producto en la filial mexicana. A lo largo de más de dos décadas, ha ocupado diversos cargos en la empresa, incluyendo roles en el sudeste asiático y Europa. En 2010, fue nombrado director de Planificación de Producto para México y América Latina, y en 2014 asumió la vicepresidencia de Estrategia y Planificación de Producto en Nissan Europa. Desde abril de 2024, se desempeñaba como vicepresidente senior de Estrategia y Planificación Global de Producto.

No lo tendrá fácil Espinosa, que asume el liderazgo de Nissan en un momento crítico. La compañía ha enfrentado pérdidas financieras significativas, incluyendo un déficit de aproximadamente 534 millones de dólares, y ha llevado a cabo recortes de personal que afectaron a 9,000 empleados. Además, las ventas han disminuido en mercados clave como Estados Unidos, Europa y China. El fracaso en las negociaciones de fusión con Honda han sido la gota que ha colmado el vaso del consejo, que ha finiquitado a Uchida.

Perspectivas futuras y retos de Nissan

La llegada de Espinosa al puesto más alto de Nissan representa una oportunidad para revitalizar la estrategia de la compañía. Se espera que su experiencia en planificación y desarrollo de productos impulse la innovación y la competitividad de Nissan. Su nombramiento también refuerza la tendencia de las empresas automotrices de buscar liderazgo diverso y con visión global para enfrentar los desafíos de la industria.

Sin duda, la apuesta por el coche eléctrico es una de las claves del futuro a corto y medio plazo para la marca. En su momento, Nissan tomó la decisión inexplicable de apartarse justo cuando el mercado comenzaba a crecer en volumen, después de haber invertido enormes sumas de dinero en una primera fase en la que fueron líderes. Su falta de visión les impidió avanzar.

¿Qué habría pasado si el Nissan LEAF hubiera adoptado baterías más capaces y refrigeradas, o incluso celdas LFP más económicas? ¿Y si desde el principio hubiera incorporado el sistema de carga CCS o apostado por una gama más amplia, con modelos urbanos, compactos y SUV, además de su furgoneta?

Por supuesto, también cabe preguntarse qué habría sucedido si Nissan hubiera tratado con un mínimo de consideración a los primeros clientes de sus modelos eléctricos.

Muchos apostaron por productos con tecnologías aún inmaduras, con poca autonomía, problemas graves como la degradación de las baterías, y precios tan elevados como los actuales. Sin embargo, estos pioneros fueron tratados de la peor manera posible por los servicios de posventa y marketing de la compañía, lo que los convirtió en los peores embajadores de la marca, desaconsejando activamente la compra de un Nissan.

Ahora, con un nuevo liderazgo, Nissan enfrenta enormes desafíos para revertir esta situación y evitar su declive definitivo.