
BYD quiere abrir su tercera fábrica europea en España
La relación de BYD y España lleva tiempo sobre la mesa de cara a la apertura de una fábrica en nuestro país. El bajo coste energético gracias al empuje de las renovables y la buena marcha comercial de la marca china, segunda con más ventas en septiembre y superando a mercados como Alemania, alimentan los rumores que llegan desde China y que indican que el grupo asiático está buscando activamente terrenos para una nueva fábrica.

Este sería un movimiento estratégico con el que BYD buscaría esquivar los aranceles de la Unión Europea y consolidar su presencia en el continente. Según fuentes citadas por Reuters, la marca valora favorablemente el mercado español por su infraestructura industrial, sus costes energéticos competitivos y un entorno político que ha mostrado una posición contraria frente a los aranceles a la industria china.
La planta, aún sin localización definitiva, permitiría a BYD producir localmente todos los modelos eléctricos que venda en Europa, algo que espera conseguir en un plazo máximo de tres años. Esta estrategia no solo recorta costes logísticos, sino que permitiría a la marca evitar los aranceles de Bruselas para los coches eléctricos fabricados en China, que legan al 38% en algunos casos.
Actualmente, BYD ya está construyendo una fábrica en Hungría, cuya producción arrancará antes de que finalice el año, y ha firmado también un acuerdo de inversión con Turquía para abrir otra planta con un desembolso estimado de 1.000 millones de dólares, que comenzará a operar en 2026. La posible instalación en España sería el tercer gran centro europeo para la marca.

Desde la dirección de BYD en la península ibérica, el mensaje es claro. Alberto De Aza, responsable para España y Portugal, ha señalado que el país es "una ubicación ideal" gracias a su red energética limpia, su experiencia industrial y su posición logística dentro del mercado europeo. No obstante, otras fuentes cercanas al proceso advierten que la decisión aún no está cerrada, y que existen otras ubicaciones alternativas en análisis.
La decisión final dependerá de la aprobación del Gobierno chino y se espera para finales de este mismo año. En paralelo, España ha mostrado en los últimos tiempos un tono diplomático más favorable hacia China que otros socios europeos. En 2024, por ejemplo, el gobierno español se abstuvo de votar las medidas arancelarias propuestas por la UE contra los coches eléctricos procedentes del país asiático, algo que ha reforzado la retórica de la administración de Estados Unidos, que ha llevado a los europeos a mirar hacia otros mercados para diversificar sus negocios.
De confirmarse, esta fábrica supondría un hito para la industria del automóvil en España, que lleva meses buscando inversiones en electrificación tras la incertidumbre generada por los cambios regulatorios y la caída de ventas de térmicos. Para BYD, significaría reforzar su ofensiva eléctrica en el mayor mercado europeo de producción de automóviles, y consolidar su posición frente a fabricantes tradicionales como Volkswagen, Stellantis o Renault.