
China logra un avance decisivo en baterías con electrolito sólido
La Academia China de Ciencias ha desarrollado una batería sólida flexible con alta densidad energética y resistencia. Aunque aún en fase experimental, podría marcar un antes y un después en los coches eléctricos reforzando el liderazgo de China en este prometedor sector.

La Academia China de Ciencias (CAS) ha anunciado un importante avance en el desarrollo de las baterías con electrolito sólido, un paso que acerca la llegada de esta química a la producción real lo que permitirá aumentar de forma sustancial las capacidades de los coches eléctricos que podrían ir más lejos, con menos peso y un precio más asequible.
Según el Instituto de Investigación de Metales, perteneciente a la CAS, el equipo ha creado una batería flexible basada en moléculas poliméricas, capaz de mantener una corriente estable y ofrecer una alta densidad energética, todo ello sin haberse aplicado aún a la producción en masa.
El estudio, publicado en la revista Advanced Materials, describe cómo los investigadores lograron resolver los problemas de transporte iónico y estabilidad que afectaban a las celdas de este tipo. La clave ha sido el uso de moléculas poliméricas con grupos etoxi y cadenas cortas de azufre, lo que permite un transporte iónico más eficiente y una mejor interacción entre el electrodo y el electrolito.

Según los datos publicados, la nueva batería flexible ha alcanzado una densidad energética un 86% superior respecto a las configuraciones convencionales y puede soportar hasta 20.000 ciclos de carga y descarga sin apenas degradarse, una cifra especialmente destacable. Además, su composición permitirá diseñar packs con formas más variadas que los actuales gracias a la capacidad de adaptación de las celdas flexibles.
China acelera su carrera por la batería de estado sólido

El anuncio llega en un momento en que China refuerza su posición de liderazgo mundial en baterías sólidas. Diversas empresas del país ya están moviéndose hacia la adopción de esta tecnología. En septiembre de 2025, Farasis Energy inició la producción piloto de una línea de baterías de estado sólido basada en sulfuro, con una capacidad de 0,2 GWh. Según la compañía, su primera generación de baterías ofrecerá entre 400 y 500 Wh/kg antes de que termine el año, mientras que la segunda generación, prevista para 2026, alcanzará los 500 Wh/kg.
Por otro lado, en julio de 2025, Anhui Anwa New Energy Technology, una empresa respaldada por Chery, anunció la producción de sus primeras muestras de ingeniería en China. Este tipo de avances reflejan una tendencia clara: aunque los coches eléctricos actuales aún utilizan baterías líquidas o semisólidas, el salto hacia el estado sólido parece cada vez más cercano.
Aunque queda camino por recorrer, el anuncio refuerza la idea de que China está decidida a dominar la próxima generación de baterías, un elemento clave no solo para los coches eléctricos, sino también para la transición energética global. Si la tecnología desarrollada por la CAS demuestra su viabilidad práctica, el mercado podría ver en pocos años una nueva oleada de vehículos eléctricos con mayor autonomía, menor peso y más seguridad.